-
Intercambio de cuernos
Fecha: 17/11/2025, Categorías: Incesto Autor: lorena lorena, Fuente: CuentoRelatos
... marido se había dejado hacer sin acordarse en ningún momento de que yo existía, debía estar indignada, pero en realidad estaba muy caliente, no pude dejar de llevar mis manos hasta mi coño y comencé a masturbarme. Mirtha seguía chupándole la polla a mi marido, que el muy guarro le dijo: –La chupas mejor que mi mujer. Menudo morro tenía mi marido, ¿Cómo que ella la chupaba mejor que yo? Pero me di cuenta de que era de las cosas que dicen los tíos cuando tienen ganas de follar. Mirtha seguía chupándole la polla, y por los gemidos de mi marido debía de reconocer que lo hacía muy bien, hasta que él dijo: –Cuñada, me muero de ganas de follarte. –¿No te folla bien Lorena?, dijo ella con mucha sensualidad. –Si, dijo él, pero seguro que tú lo haces mejor. Ella se puso de pie, le iba a quitar el tenga, pero ella con esa sonrisa de puta que tiene le dijo: –Mejor me lo aparto y me follas con el puesto. Mi marido aceptó la oferta, él se tumbó en el sofá, ella le pidió que se pusiera un condón, él le propuso hacerlo a pelo pero ella lo rechazo y mi maridito tuvo que coger el paquete que tenemos en la mesilla, y ponérselo, ella puso encima de él, después ella apartó su tanga, y llevó su coño hasta la polla de mi marido, y fue introduciendo a esta en el interior de su coño, algunas veces había sospechado que mi marido me engañaba, pero esta vez todo estaba sucediendo ante mis ojos, supongo de haberme puesto furiosa, pero en realidad lo que estaba era ...
... caliente. Mientras la zorra de Mirtha seguía sobre la polla de mi marido subiendo y bajando, quizá fuera algún movimiento, pero lo cierto es que el tanga se le rompió, Mirtha siguió follando aunque le dijo a mi marido: –Mira lo que ha pasado con mi tenga, cuando vuelva a mi casa tendré que tener mucho cuidado para que todo el mundo no me vea el coño. –Jajaja, rio mi marido, sé que eso te gusta so zorra. Y siguieron follando como si nada, al poco ella se giró y le hizo tumbarse del todo, y ella, como la zorra que era, se puso a cuatro patas apoyando sus manos en la cama, el tuvo los pezones de ella delante de su boca y elevándose un poco comenzó a chuparlos. –¿Te gustan?, preguntó Mirtha, no los tengo muy grandes. –Lorena tampoco dijo mi marido dejando de mamárselos un poco, pero es que nunca me han gustado las tías con grandes urbes. Siguieron follando hasta que mi maridito dijo: –Cuñadita me corro. Ella siguió meneándose, hasta que mi marido bufó, se había corrido, Mirtha se salido de encima de él, cogió su tanga roto, y quitándole el condón se puso a limpiarle la polla, cuando lo hizo una gran cantidad de leche salió de la polla de mi maridito. –Que macho que eres, dijo Mirtha, tu hermano no creo que nunca haya soltado ni la mitad que tú. Yo no tardaría mucho en saber que una vez más la cuñada de mi marido mentía, supongo que en el folleteo todo vale para hacer disfrutar a tu pareja, aunque sea su ego. Mientras seguía acariciándole la polla y mi marido ...