Cuidando un perro - Relatos Eróticos

Cuidando un perro

Hace unos meses, un familiar se iba a ir de vacaciones a otro país por unas semanas, el tiene un Bulldog que dejo a la carrera en mi casa

Los primeros días pasaron normal, yo lo dejaba en el patio cuando me iba a trabajar y cuando regresaba salía a correr con el, así estuvimos hasta el cuarto día

Al regresar del trabajo salí al patio y llene su traste con comida, entonces decidí dormir un poco en lo que el comía así que me fui a mi habitación, me desnude y prendí el ventilador, al acostarme me quedé dormido hasta que una extraña sensación me despertó

Al abrir los ojos era el perro sobre mi y lamiendo mi pene, lo deje que siguiera lamiendo por un rato, ya estando completamente duro lo quite y sin pensarlo agarre sus patas traseras jalandolo hacia mi, puse mi pene en la entrada de su ano y se lo metí hasta que algo me impidió continuar

Me quedé ahí unos minutos mientras sentía con apretaba su culo intentando sacarse mi pene, lo sujete con ambas manos y me movía lentamente empujando con más fuerza hasta que mi pene entro completo, al sentirlo reaccione y me moví más rápido sacando mi pene hasta casi sacarlo y volviéndolo a meter ...

... hasta el fondo

Continúe embistiendolo con fuerza por varios minutos mientras escuchaba sus sonidos quejándose, asi estuve hasta que lo jale hacia mi metiéndoselo lo más que puse hasta que termine adentro de el, me quede sujetandoll con fuerza como si lo hubiera abotonado

Después de un rato lo solté y lo baje de mi cama, el se quedó parado mientras pujaba intentando expulsar mi semen, lo lleve hasta el patio y lo deje ahí mientras yo me fui a bañar

Los días siguientes cuando llegaba a casa salía al patio y lo llevaba hasta mi cuarto donde lo follaba una y otra vez, así hasta que una tarde que llegue recibí un paquete el cuál al abrir era una una sexdoll que había comprado, un torso de tamaño real que rápido estrene

Al salir por el perro el corrió hacia la habitación y cuando llegó vio el torso recién usado el cuál empezó a olfatear y después de un rato se subió intentando montarlo, yo me acerque y al verlo lo guíe para que penetrara el torso, el se movia con fuerza mientras yo me ponía detrás de el y lo embestida

Así estuvimos los últimos días, el usaba mi muñeca y yo lo usaba a el, así por una semana hasta que mi familiar regreso.