EsposasPerfectas.com - Cap 9 - Relatos Eróticos

EsposasPerfectas.com - Cap 9

... es mágico por que hace visible lo invisible. Todas somos invisibles, pero eso no significa que no existamos, estamos aquí y ahora ya lo puedes comprobar, y quizás al encontrarnos en alguna esquina parisina, tu collar y mio nos avisarán con una suave vibración o sonido casi imperceptible que no estas sola, todo depende de como tu marido lo haya configurado. Tranquila yo tenia miedo cuando entre a esta vida, y más aún aquí al club la primera vez,hoy en cambio, soy feliz de ser una Esposa Perfecta.

Te quiere eM"

Las palabras se le clavaron en mi alma. El aire de la habitación se volvió más denso, como si realmente esas mujeres estuvieran sentadas junto a mi, rodeándome, guiándome, abrazándome, ufff cuanto lo necesito y me gustaría sentir eso.

Maríe apoyó la mano sobre su pecho y tocar su collar, sintiéndose parte de esta gran hermandad la calidez de la pertenencia, el calor de la mano de una amiga recorre como una llama tenue mi mano, quien sabe hasta siento una abrazo, sonriendo por ello reconociéndome como una hermana lo hace ante la hermandad o gran sororidad, en este caso no religiosas pero si de esposas.

Esto no ...

... esun juego solitario, sino un círculo secreto de mujeres que, como ella, habían entregado su nombre, su cuerpo, su voluntad y vida, a alguien.

El foro se cerró con un mensaje común, entonado por todas en un murmullo escrito:

"Somos Esposas Perfectas. No estamos solas. Somos el reflejo unas de otras. Bienvenida al círculo."

Maríe cerró los ojos y, con lágrimas contenidas, susurró para sí misma:—Si Yo También pertenezco.

Una pregunta quedo en el aire y dentro de su mente,

¿Serán ellas como yo, o serán mujeres biológicas?, ¿Tendrá eso importancia en este circulo?.

Sin lugar a duda esta noche antes de acostarme comenzare a escribir en mi diario lo que siento.

Mientras cierro mi compu y la aprieto contra mi pecho con una sonrisa dibujada en mi rostro la puerta de mi dormitorio se abre y ver entrar a las tutoras, seguidas por mis doncellas.

—Arriba Arriba dormilona y holgazana duquesa que ya es la hora del té y debemos salir a caminar por los jardines del palacio... dice Giselle.

Continuara...

Pd... Lo que ella no vio tras cerrar la pantalla es el siguiente mensaje que quedará allí hasta que pueda leerlo.