1. Sorpresa y algo más


    Fecha: 26/04/2018, Categorías: Sexo con Maduras Sexo Duro Autor: pepitito, Fuente: xHamster

    ... impedir.Me tendí junto a ella y la abracé fuerte y repetí el beso, esta vez buscando su lengua. Si bien en un principio resistió el abrir la boca, en seguida admitió mi lengua en ella. Sentí que la batalla estaba ganada y lista para la faena. En un santiamén me separé para quitarme la ropa y calzado, y volver junto a ella.• Leonor, sólo te pido que por unas horas te olvides de todo y compartamos este momento que prometo será inolvidable para ambos. Déjame hacer a mí y no te arrepentirás… dije a su oído mientras mordía suavemente su oreja.Me miró dubitativa, había una lucha interior entre sus deseos sexuales y mi condición de yerno. Dejó caer un suspiro profundo como de resignación, y calladamente aceptó mi propuesta.Con la mayor suavidad posible le di vuelta para ponerla boca abajo. Con dos manos comencé acariciando sus cabellos. Luego mis dedos, rozando su piel, dibujaron círculos en su cuello y cara, para bajar a su espalda. Su piel era muy suave e invitaba a la caricia. A medida que mis manos bajaban por su cuerpo, su respiración se volvía más profunda. Cuando llegué a sus nalgas, agregué a las caricias, unas lamidas, luego separé sus piernas y pasé ligeramente un dedo por su raya. Con solo rozar su ano bastó para que su cuerpo se pusiera tenso y se acelerara la respiración. Me alejé de esa zona yendo por sus piernas hasta sus pies.Le pedí luego que se volviera de espaldas. Lo hizo sin abrir los ojos. Repetí las caricias empezando por su cara, cuello y pechos. Sus senos, ...
    ... algo caídos, estaban adornados con un par de pezones que estaban muy duros debido a su estado de excitación. Fue un placer tener en mi boca esos pezones para poder jugar con ellos besando, lamiéndolos y a veces mordiéndolos con los labios. Sin embargo lo mejor estaba por venir a medida que bajaba en mi empeño.Su ombligo fue la etapa siguiente, y después su pubis. Allí me encontré con una zona cubierta con unos pelos abundantes en forma de rizos cortos que cubrían la zona hasta el vértice vaginal. Como es obvio allí fue donde dedique mi mayor atención. Apoyé mi cabeza y besé toda la zona bajando hasta la entrepierna. Abrí sus piernas para favorecer mi labor y allí estaba un coño hermoso, mojado totalmente por los efectos de la masturbación reciente y la calentura de mis caricias. Lucía unos pliegues color rojo intenso, supongo por la tremenda excitación, y debajo de los labios, un interior de un rosado pálido totalmente mojado con un color entre blanco y ocre. Su clítoris no se veía a simple vista porque estaba bien cubierto por su funda.Empecé lamiendo las cavidades de las piernas alrededor de la vagina, para ir acercándome a la zona principal muy lentamente. Noté que Leonor comenzaba a jadear más profundo, y en el momento que posé mi boca en su mojada vulva tensó su cuerpo, apretó sus labios y manos y se descargó con un violento orgasmo que duró varios segundos. Detuve mi trabajo hasta que se recuperó. Le pregunté• Te encuentras bien Leonor?• Mejor que bien…respondió luego de ...
«1234...»