El jovencito de la playa con enorme culo – Parte 2 - Relatos Eróticos

El jovencito de la playa con enorme culo – Parte 2

Hola a todos, espero que estén bien. Les traigo la continuación de mi primer relato.

Como conté en la primera parte, después de encontrar al jovencito del culo delicioso en la app amarilla me animé a saludarlo. Le escribí un «Hola» con una mezcla de excitación y miedo; excitación porque me generaba demasiado morbo imaginar que pudiera pasar algo con él, pero también miedo porque no sabía si yo le gustaría y si le agradaría la idea de tener algo sexual conmigo. Al mismo tiempo me daba mucha curiosidad saber qué fotos tendría en su álbum privado, ya que sus fotos principales eran bastante normales. Aunque igual no dejaban de estimular la imaginación porque se le marcaba tremendo culazo con los shorts y buzos que tenía puestos. Yo todo el tiempo pensaba que era imposible que ese culo pasara desapercibido.

Tras diez minutos del primer saludo no recibía ninguna respuesta, lo que me desanimaba completamente. Sin embargo, luego de un momento se animó a escribirme. Esta primera conversación fue así:

Después de que dijo eso último me dio acceso a su álbum privado. Al parecer, el jovencito era bastante coqueto y sabía lo que tenía y, sobre todo, lo que provocaba en hombres como yo. Cuando abrí el álbum vi que había tres fotos y un video. Dios, cada foto era mejor que la otra y el video simplemente era demasiado. Creo que ese material era capaz de confundir hasta a un hetero. Para ese momento mi verga estaba a punto de explotar, no sé cuánto tiempo más podría aguantar con esa ...

... excitación. Sin embargo, decidí respirar profundo y no correrme porque tal vez salía algo para ese momento y quería reservar mi leche para él. La primera foto lo mostraba a él totalmente desnudo en lo que parecía ser el vestidor de una tienda de ropa. Estaba de perfil y sin duda lo que llamaba la atención eran las tremendas montañas que tenía como culo. Una de las cosas más excitantes era la curva que nacía en la parte baja de su espalda y daba lugar al culazo que se manejaba. En la segunda aparecía en su cuarto, solo que esta vez acostado boca abajo en su cama apuntando con el celular a un espejo y con una sonrisa de pendejo morboso. Nuevamente lo que llamaba la atención eran sus enormes nalgas. En la tercera foto aparecía en el mismo cuarto, frente al mismo espejo, pero esta vez en la pose de piernas al hombro y mostrando su agujero que, por cierto, era completamente lampiño. Al ver esa foto me dieron unas ganas enormes de estar arrodillado lamiéndolo y chupándolo con locura. Finalmente, en el video aparecía de pie y con la cámara bajo su culo. Vestía un buzo gris que se iba bajando lentamente para dar paso a un impresionante culo. Yo hasta ese momento no podía creer que un chico pudiera ser tan culón; de hecho, había visto otros chicos culones antes, pero lo que tenía este jovencito era simplemente perfecto. Después de ver todo el material le di acceso a mi álbum privado.

Diez minutos después, el jovencito me escribió para decirme que sus papás le habían dado permiso ...