Luciana y el amo (adicción 2da parte) - Relatos Eróticos

Luciana y el amo (adicción 2da parte)

Otro día más en el caluroso verano del pueblo de Luciana asomaba y con el unos pocos rayos de sol lograban infiltrarse en su habitación dando justo sobre su cuerpo. Ella sentía que esos rayos de sol calentaban lentamente su cuerpo pero uno en particular, como una caricia que trataba de calmar una herida leve, daba exactamente en uno de los pezones que durante toda la noche había sido sometido por ese hombre que tanto morbo, placer y deseo despertaba en ella.

Al moverse, notaba su cuerpo dolorido pero satisfecho por haber soportado tantas horas de obediencia. Sus ojos intentaban abrirse pero era mayor el sentimiento por recordar todo lo sucedido que prefería dejarlos cerrados como haciendo fuerzas para recordar todo lo que había quedado grabado en su retina.

Boca abajo, con su clítoris contra la cama buscaba frotarse lentamente recordando cada una de las órdenes recibidas, cada frase leída y cada palabra que escuchaba cuando hablaba con el. Era un sentimiento mortificante no tenerle a cada momento y solo poder entregarse por algunas horas.

Pensar en ello no podía provocarle otra cosa más que contracciones en su coño, endurecimiento en sus pezones y sentir su pulso acelerarse. Dio un movimiento hacia un lado y se giró intentando tumbarse boca arriba y fue entonces cuando sintió una presión en su ano. Mezcla de dolor y placer, era posible? En ese instante, recordó las palabras de su amo antes de quedarse dormida.

“Te dejarás ese plug bien profundo en tu ano y ...

... dormirás así mi puta, quiero que al despertar recuerdes como te he usado” le ordenó el.

No pudo evitar comenzar a mojarse. Su boca se abría levemente y sus ojos se cerraban con fuerza recordando esas órdenes que su amo le había dado pero como un flash llegó a su mente lo que tanto anhelaba descubrir desde el primer momento que había hablado con él. Lo que su amo escondía entre sus piernas. Era algo que la había perdido en extasis y que ahora no podía quitar de su mente, un miembro erecto, largo, ancho, ligeramente curvado hacia arriba con dos huevos hinchados que coronaban una imagen perfecta para Luciana.

Ella sabía que no habría marcha atrás, cada vez que esa imagen apareciese en su cabeza, ella necesitaría desesperadamente tocarse, mojarse, sentir sus agujeros dilatados y correrse imaginando a ese hombre usándola, sometiéndola, aprovechándose del poder de su miembro, de su actitud autoritaria y de que ella haría todo lo que sea por complacer a ese macho.

Volvió a encenderse ese morbo en todo su cuerpo. Su mente ya follada por su amo no podía hacer otra cosa que brindarle imágenes de cómo sería usada, sometida y humillada por el. Con el plug clavado en su ano y sus piernas abiertas no tuvo otro remedio que comenzar a mojar su coño, sus labios vaginales se abrían lentamente, el flujo comenzaba a caer y recorrer hasta su culo. “Me he vuelto adicta a esa polla? No puedo quitarlo de mi cabeza y lo único que puedo pensar es en como me pondría de rodillas frente a él, abriría ...