(1) Cuestión de bragas
Fecha: 27/04/2018,
Categorías:
Lesbianas
Sexualidad,
Autor: Mister Neron, Fuente: CuentoRelatos
... la luz de la tarde iluminaba perfectamente la sala de reuniones. Un grupo de seis hombres miraban y atendían al cargo principal de la compañía aérea. -Bueno, estamos esperando –hablaba Héctor Ramírez con su traje impoluto. -¿De verdad creéis que voy a firmar esta bazofia? No pienso dar cobertura aérea a ningún cargamento de drogas y menos de trata de blancas. No soy tan gilipollas. -Lo pasará mal si no firma. -No os tengo miedo. Con peores gentuza me he mezclado. -Escuche bien, la fusión de aerolíneas abarca infinidad de rutas. Solo pedimos unas cuantas hacia México y del Golfo a Madrid. -¿Crees que me chupo el dedo? Ustedes representan a diferentes carteles de la droga mexicana. Prefiero morir destripado antes que daros vía libre para vuestros chanchullos. Vamos, ¿qué vais a hacer? ¿Torturarme? Porque no pienso firmar esta mierda de papeles. Se acabó esta conversación. ¿Algo más? Pero los hombres rieron entre ellos. -¿Qué coño os hace gracia? En ese momento sonó su móvil. -Cójalo. Es importante. El hombre se puso. -¿Quién es? -Mire su whatsapp privado –habló una voz varonil y luego colgó. Aunque temeroso, consultó su whatsapp encontrado un canal nuevo no agregado y con un vídeo enviado. Tardó pero pulsó con el dedo y el vídeo se descargó. Quedó horrorizado al ver a su hija de 18 años, Lourdes Castro, espatarrada en un sofá y con la boca de Cindy García entre sus piernas. Y así durante 7 largos minutos hasta que su hija chilla con mesura y se corre a lo salvaje. ...
... -¿Comprende ahora por qué nos reímos? -Esa no es mi hija. Es un montaje. -Deje de decir pendejadas y firme. O su hijita del alma acabará en el canal pornotube, en las redes sociales y porqué no, en la web oficial de su instituto. No querrá eso, ¿no? Su hija. La alegría de su vida. El hazmerreír de sus amigas. La burla de su familia. Eso no lo llevaría muy bien usted en su trabajo. Todos riéndose a sus espaldas. Y además… -¡Basta! Vale. Firmaré. Pero antes debo hacer una llamada. -Tiene dos minutos. -¿Pueden salir un momento? Es una llamada privada. -Ya sabemos a quién va a llamar. Hágalo. El señor Castro la realizó pese a todo. Era a su secretario y contable. -Hola, soy yo, Shelton Castro. -Ya lo sabes, ¿no? -Claro… ¿Qué tengo que saber? -Creí que por eso me llamabas. No sueles hacerlo a estas horas. -Benet, ¿qué ha pasado? -Me chantajean con un vídeo porno de sobrina de 17 años. Me amenazan con divulgarlo y ridiculizar a mi familia si no accedo. -¿Acceder a qué? -A que tú firmes. No sé el qué pero hazlo, joder. No me importa lo que sea, pero hazlo, Shelton. Deseo acabar con esta pesadilla. No voy a consentir que ese vídeo acabe en webs privadas de pederastas. Así que ya sabes. Firma, joder. El señor Castro colgó pálido y con la cara desencajada. -Muy bien. Ya hemos perdido demasiado tiempo. ¿Firma o no? -Está bien. Firmaré. Pero con la condición de que esos vídeos desaparezcan. Sin copias ni trucos. -Nos parece bien, pero firme de una puta vez. Temblándole la mano, el señor Shelton ...