El amor de mi esclava
Fecha: 28/04/2018,
Categorías:
Dominación
BDSM
Autor: charlygaucho, Fuente: CuentoRelatos
... debería decir, pero eso forma parte de la tercera etapa de la prueba. Estamos determinando como reaccionás ante los límites que te imponga a tu vida familiar. Aunque -de aceptar- voy a tratar de inmiscuirme lo menos posible lo cierto es que siempre va a haber zonas de conflicto y en esas situaciones decido yo y necesito saber si aceptás esa limitación. - Bien. ¿En qué cambiaría mi vida? Entre nosotros, ¿cambiaría algo? - Es una pregunta muy amplia. Puede que me quede algún tema sin contestar pero trataré de contener todos los aspectos que me acuerde. Entre nosotros es poco lo que va a cambiar, nuestra trato íntimo se acerca mucho a lo que va a ser así que allí no percibo grandes diferencias. Tampoco se va a notar demasiado tu obligación de estar desnuda salvo que te ordene lo contrario o existan razones de seguridad como cuando cocinás que te podés poner un delantal. En lo verbal, tu expresión deberá ser mucho más respetuosa de manera que se perciba claramente tu sometimiento, te dirigirás a mí como “amo”, “señor”, “mi dueño” o expresiones similares, salvo que yo te ordene otra cosa. También deberás pedir permiso para hablar, el cual normalmente te concederé. Esta forma de expresarte incluye también la que se efectúe mientras tengamos sexo. - ¿Cómo te vas a dirigir a mí? - No lo decidí aún y puede ser que vaya cambiando, puedo llamarte por tu nombre o por otro que elija o puedo mencionarte como “puta”, “perra”, “cerda” o como me parezca. - Bueno, no suena muy halagüeño que ...
... digamos. - ¿Querés la verdad o que te dore la píldora? - La verdad. Quiero que me digas la verdad. - Eso estoy haciendo. - ¿Qué va a pasar con mi trabajo? - Tu sumisión, tu dedicación a mí, va a ser de 7 x 24, lo que excluye toda posibilidad de que trabajes. Vas a renunciar a tu actual empleo. - ¿7 x 24? ¿Qué significa eso? - Que tu sometimiento abarca las 24 horas de los 7 días de la semana. Que tu sumisión es total, permanente, sin interrupciones. - ¿En el futuro, podré liberarme de mi esclavitud? - Después de un lapso razonable, de que te hayas esmerado en servirme, si tu actitud de sometimiento ha deslumbrado por tu convicción y entrega podrás pedirme la libertad y yo lo consideraré. Si la mereces te la daré o puedo fijar un plazo para volver a considerar el pedido. En caso de liberarte, finalizará todo vínculo o relación entre nosotros de cualquier tipo y me comprometo a conseguirte un nuevo trabajo de igual o mejor calidad que el que tenés ahora. - ¿Me vas a castigar? - Ahí hay dos temas. Por un lado tenés el juego erótico que puede ocasionar dolor pero cuyo objetivo es generar placer en el que sufre o en el otro y por otro lado está el castigo o disciplinamiento que es la sanción física que corresponda a la comisión de una falta. Van a existir los dos, el primero es mucho más leve y de hecho ya lo comenzaste a experimentar. El segundo depende de vos, si obedecés, cumplís tus deberes acabadamente, respetás las reglas, no vas a ser castigada. Si no lo hacés obviamente que ...