Mi Cuñada...
Fecha: 28/04/2018,
Categorías:
Primera Vez
Sexo en Grupo
Voyerismo
Autor: Etalon30, Fuente: xHamster
Eran las 10:30 de la noche y comenzaba a desesperar porque mi esposa no aparecía y el frío arreciaba. Había quedado muy formal de pasar por mí a las 10:00 a mi oficina para ir a bailar en compañía de una pareja de amigos suyos en un nuevo antro en la Zona Rosa de la Ciudad de México.Tuve que salir de mi oficina a las 10:00 porque siendo viernes el edificio lo cierran a esa hora, así es que de plano estaba en plena calle, con el frío entumeciendo mis manos y con un creciente enojo reflejado en mi rostro.El plan inicial era ir a cenar en algún lugar en la Condesa o en la Roma y esperar mientras Claudia y Arturo llegaban y después ir a bailar salsa hasta la mad**gada. Tal plan no me emocionaba demasiado, porque la idea de ir a bailar de por si no me gusta, y si encima es en compañía de amigos de mi esposa, pues es aún menos interesante; sin embargo, ella insistió tanto que no pude negarme.A las 10:45, cuando estaba a punto de tomar un taxi para ir a mi casa, pude observar el auto de mi esposa acercándose a lo lejos, y percibí entonces lo que consideré en ese momento sería la gota que derramaría el vaso (cuan equivocado estaba): mi cuñada, hermana mayor de mi esposa y a sus 28 años aún soltera y sin visos de matrimonio en el corto plazo, venía cómodamente sentada al lado de mi esposa; esperé ilusamente que en el asiento trasero viniera algún amigo para hacerle compañía, ya que de lo contrario mi esposa pasaría la noche preocupada por que su hermanita estaría sentada sola o ...
... bailando con un desconocido; y su sentimiento de culpa acabaría por arruinar la noche.Cuando el auto se estacionó frente a mí asomé mi cabeza al asiento trasero y como me lo temía, estaba vacío. Mi esposa notó inmediatamente mi m*****ia, y con la mejor de sus sonrisas me dijo:- ¡Mira quien vino!, me tardé por que esperé a que Gaby se preparara y se pusiera muy bonita para acompañarnos.Sonreí, pero mi sonrisa se hizo más real cuando saludé a mi cuñada metiendo la mitad de mi cuerpo por la ventanilla abierta y noté que iba vestida como nunca la había visto, ni siquiera imaginado.Gaby es una mujer de 28 años, delgada y de estatura media, muy deportista y muy tímida, siempre vestida con ropa holgada que no muestra nada y no deja nada a la imaginación, porque con esa ropa no te puedes imaginar nada; se la pasa horas en el gimnasio, corriendo, o haciendo ejercicio en su casa; casi no tiene amistades, va de su casa al trabajo, del trabajo al gimnasio o a correr y de regreso a su casa. Desde que me casé con mi esposa no le he conocido un solo novio o amigo, había llegado a pensar incluso que era lesbiana.Esa noche, descubrí en ella, un cuerpo de mujer increíble, por primera vez libre de su ropa masculina. Llevaba puesta una blusa negra semi-transparente con un marcado escote hacia el frente, por primera vez conocía el color de su pecho: un moreno apiñonado que iba muy bien con sus ojos. Sus senos, del tamaño exacto para poderlos besar y amasar a placer, desafiaban la gravedad, no se si era ...