Me gusta mi trabajo
Fecha: 02/09/2017,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
Hola. Soy un chico de 17 años llamado Hector. Antes de contarles mi relato queria explicarles que es lo que hago. Yo estudio Bachillerato en Barcelona y por las tardes me dedico a ir a casa de mujeres mayores que yo para complacerlas a cambio de dinero. Bueno, aquí viene mi relato: Todo empezó una tarde de Noviembre cuando me encontraba solo en mi casa, estaba aburrido y no tenía ninguna cita con mujeres esa tarde y tenía ganas de salir a divertirme, el problema era que mis amigos ya habian quedado pero tuve la suerte de que en ese instante recibi una llamada de una mujer la cual me dijo que leio uno de mis relatos y que quería que la satisfaciera sexualmente a cambio de dinero. Esta mujer estaba casada pero su marido se habia ido a una reunion de negocios, asi que quería me pasase por su casa. Cuando llegué toqué el timbre y me atendió, estaba vestida con una camisa blanca holgada, pero que aun así dejaba observar la redondez de sus pechos, y podía apreciarse que no llevaba sostén. Cuando me abrió la puerta me saludó y me preguntó como estaba, note que ella no podía dejar de mirarme, y le contesté que bien. Me ofreció un café, el cual no pude rechazar, no quería ofenderla, ella me miró se sonrío y se dirigió a la cocina a la vez que me decia que últimamente no había tenido muchos encuentros cercanos con el sexo opuesto (ya que su marido ya no practiaba el sexo con ella). Me levanté y me dirigí a la cocina para no tener que hablar en voz alta, me paré en la puerta y al ...
... verme ella a mi parado frente a puerta de la cocina me miró y me dijo que le parecía extraño lo que le estaba sucediendo, ya que le resultaba agradable y atractivo. Mientras hablábamos hizo un gesto como de dolor y se tomó el hombro, le pregunté que le sucedía, y me dijo que nada que tenía un dolor no muy fuerte, debía ser una contractura, por el cansancio y el strees que le producía su trabajo en la oficina. Yo me levanté, me paré detrás de ella y comencé a hacerle masajes en el hombro, a lo que ella se mostró muy a gusto, fui deslizando mis manos por su espalda, le pregunté si le gustaba, "Me encanta", respondió. Comencé a dirijirme con mis manos a sus tetas y no habiendo oposición por su parte comencé acariciárcelas, noté entonces que sus pezones estaban duros, y la suavidad de sus pechos me excitaba tanto que mi pene se puso duro, luchaba por salir del pantalón, dejé de acariciarla y ella me tomó de las manos como dándome a entender de que quería que siguiera a lo que me negué ya que yo quería pararme frente a ella. Una vez echo esto me miro, y entendi de inmediato que era lo que deseaba y comenzó a bajar el cierre de mi pantalón, y con una mano agarró mi pene que estaba duro y lo dejó salir de su prisión, me miró y lo metió en su boca... Era increíble la forma como me lo estaba chupando, lo metía todo en su boca, de forma que en algunos momentos pude sentir su campanilla contra mi glande, su lengua se movía de una manera que nunca antes conocí, ella estaba tan excitada que ...