Reforma de interiores
Fecha: 29/04/2018,
Categorías:
Sexo con Maduras
Voyerismo
Sexo en Grupo
Autor: Femmefatale969, Fuente: xHamster
Hacía un par de días que los albañiles habían empezado la reforma. No era gran cosa lo que íbamos a hacer, pero de repente nuestra casa se vio inundada de hombres que andaban yendo y viniendo sin parar por todos los rincones.Cuando llegué a casa el calor era insoportable, llevábamos una semana de esas que, cada año por estas fechas, son las más calurosas de la historia, iba sudando y la camiseta se me había pegado por el sudor, marcando mis pechos algo más de lo normal. En el pasillo, camino de la habitación, me crucé con el pintor que llevaba un par de cubos de pintura y por más que lo intentamos no pudimos evitar rozarnos levemente. Después de un par de disculpas seguí hasta encerrarme en mi cuarto.Luis no vendría hoy a casa, tenía un viaje y regresaría mañana. Allí, en la habitación en penumbra, mientras me quitaba las sandalias, empecé a sentirme extraña, estaba sola en casa con tres desconocidos sudorosos, que se movían por allí como plena libertad. Una sensación desconocida me inundó, no era miedo, era una leve inquietud que no me hacía sentir mal, simplemente mi estómago me avisaba de que algo no era normal, sin embargo, no me m*****aba. Casi podría decir que esa sensación me llegaba a gustar. Estaba completamente excitada.Decidí darme una ducha, así que cogí mis chanclas y mi albornoz y me dirigí al baño. Al fondo del pasillo, dos albañiles con el pecho desnudo daban mazazos a una pared, mientras las gotas de sudor resbalaban por su piel. No sabía muy bien qué me ...
... pasaba, pero noté que estaba ligeramente excitada. Uno de los albañiles, Marko creo que se llamaba, me miró a los ojos con descaro y aún con más descaro se fijó en mis tetas. Yo, abrumada y algo nerviosa, me metí deprisa al baño y cerré la puerta.Entonces me di cuenta de que mi corazón se había acelerado y de que mi excitación no había descendido, al contrario no había hecho sino aumentar. Respiré un par de veces antes de desabrocharme la falda, que cayó directamente al suelo. Cuando me agaché a recogerla me di cuenta de que el ventanuco del baño que daba a la terraza, estaba entreabierto y que al otro lado Marko debía estar haciendo masa para enyesar a algo así. Mi primera reacción fue la de taparme y lanzarme a cerrar, pero, por alguna razón que aún hoy desconozco, no lo hice, cogí la falda la doble con cuidado y girándome empecé a bajarme las bragas despacio, casi con parsimonia, dejando mi culo a la vista de la ventana, en donde en ese momento se asomaba un Marko que no disimulaba su asombro.Me quité la camiseta, desabroché el sujetador y acaricié levemente mis pezones. La situación me resultaba de lo más excitante y no estaba dispuesta a dar marcha atrás. Cuando me dirigí a la bañera y abrí el grifo, miré disimuladamente y vi como los ojos de los otros obreros se habían unido al espectáculo, con lo cual, pensé, no tenía más remedio que entregarme a mi público.Puse el pie izquierdo encima de la bañera, acariciando mi pierna durante unos instantes, mientras con mi mano derecha ...