Confidencias 04 La cogida de Asaf
Fecha: 29/04/2018,
Categorías:
Gays
Autor: Alvaro-L-de-H, Fuente: SexoSinTabues
... caricias avanzando mi legua para acariciar la suya. -Esto te gusta nenito, verás todo lo que tengo para ti. Apretaba mis nalguitas hundiendo la malla entre ellas queriendo llegar al anito que sentía sus dedos y saqué la colita hacia atrás. -Te estás calentando, ¿quieres verga eeh? Tienes el culito ansioso. Adivinaba lo que iba sintiendo por mis escalofríos y la respuesta sexual que recibía de mí. Se inclinó para bajarme las mallas y me subió la camiseta de tirantes por encima de la cabeza. -Estas divino, chiquillo, te la voy a dar por el culito, ¿te lo han usado ya? No tuve que contestarle, lo tocó y empezó a meterme un dedo. -Ohh! Sí, sí ya te lo han abierto maricón, que bien abierto lo tienes. Me empujó de los hombros para que me arrodillará y se bajó sus mallas. Adri, no lo podrías creer, que verga más deliciosa, o a mi me lo parecía por el deseo que sentía de lamerla, morena como la tuya, larga e irregular tirando hacía un costado, un glande enorme más rojo en la punta, brillante y húmedo y olía a puro macho semental, los testículos no eran muy grandes y los tenía pegados en la base de la verga, parecía que tenía solo uno en una sola bolsa arrugada y peluda. No podía ni debía negarme a complacerle y…, yo, yo lo quería, pensaba en cómo sería le leche que le saldría y lo rico que me supiera. La acerqué la punta de la lengua para tocarle la cabecita y su polla se movía arriba y abajo como si estuviera viva. No podía parar de mamar aquel trozo de caliente carne, dura y ...
... blanda al mismo tiempo, siempre sabrosa y caliente. Me estaba gustando mucho y mi polla dentro del tanga sufría queriendo que la atendieran. -Ven, ven aquí puto, la mamas muy bien pero quiero probar tu culo. Me colocó arrodillado sobre una silla y me agarré en el respaldo, tenía las mallas en los tobillos y no podía abrir las piernas como hubiera querido. Separó mis nalgas y sentí su aliento caliente como aire del desierto, recordé aquel aire tan caliente cuando descendimos del avión en Argel. Ni papá sabe comer un culo como Asaf, horadaba con la lengua mi hoyito, como si tuviera un pene en la boca, los pelos de sus patillas acariciaban mis glúteos y se soltó la cinta del pelo que acariciaba mi piel. Estaba loco el señor y me contagiaba la locura. -Te la voy a meter muñeca, este culito tan tico va a tener mi verga dentro. -No, no, eso no, te la mamo mejor. Recordé que papá no quería que usaran mi culito y estaba reservado para Eduardo. -No te opongas, te la voy a meter de todos modos y tú lo quieres, se nota como se te humedece el culito. -Mi padre no quiere que alguien me coja, eso no por favor. -¿Pero te gustaría? Qué pregunta más tonta, si mi anito estaba hambriento y quería comerla toda. -Sí, sí quiero pero no podemos. Mi padre se enfadaría. -Yo no se lo diré precioso y tú tampoco, no se va a enterar. Tenía respuesta para todo y la solución a cualquier pega que le pusiera, Adri, maridito mío, llevaba días sin tener una verga en mi culito, y se sentía tan dulce como lamía y ...