Me cogí a la amiga de mi hija de la prepa.
Fecha: 30/04/2018,
Categorías:
Jóvenes
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
Sonia es una chica de 17, es amiga de mi hija en la preparatoria. Habían quedado las dos de encontrarse en mi oficina para ir a la biblioteca. Sonia llegó demasiado temprano, una hora antes de lo citado. Y ya después entendí la razón. Cuando llegó la pasé a mi privado. Es una chica de curvas pronunciadas, y de unos pechos muy bien desarrollados para su edad. Venía con su cabello largo recogido en una colita trenzada. Y aún con la faldita de la escuela. Le dije que esperara por mi hija, mientras Sonia curioseaba las cosas de la oficina. Yo seguí trabajando, pero no podía disimular verla, estaba tan buena que no podía disimular mucho el mirarla. Se sentó en el sofá que tengo frente a mi escritorio, y cruzó sus piernas, la faldita era tan corta que hacía que se le notaran sus bien formaditas piernas. Su piel aperlada la hacía verse deliciosa. Seguí tratando de trabajar, hacer cuentas y algunos reportes pero era muy difícil concentrarme con esas tetas casi saliéndosele por la blusa. Ya mi pene se estaba calentando de verla.En eso ella me preguntó -Le gusto Don Tony?- su pregunta me causó sorpresa. La miré sorprendido y ella volvió a decirme que si le gustaba. -He notado que me mira mucho- me dijo, y yo no sabía ni qué decir. Y antes de poder contestar se levantó del sofá y se acercó a mi lado. Olía tan rica la condenada. Casi la invito a salir de la oficina para no comprometerme, pero en eso ella me dice -usted me gusta también- -su hija me cuenta cómo en las noches hace ...
... gritar a su esposa y ella los escucha hasta la recámara- -Disculpa , le dije, no sabía eso, trataré de ser menos ruidoso - le dije sonriendo y apenado. -Así quisiera que me hicieran gritar a mí- me dijo mientras se desabrochaba la blusa y me enseño sus pechos. -Chúpemelos- me dijo mientras se agarraba las tetas con sus manos ofreciéndomelas. Me levanté y cerré con llave la puerta, esto era mas de lo que podía resistir. Siempre se me había antojado esta niña desde que la ví en la alberca de la casa el día que la invitó mi hija. La tomé de la cintura y comencé a comerle los pechos desesperadamente. La jovencita cerró sus ojos disfrutando mi lengua lamiéndoselos. -Aahh ya estoy bien mojada � me dijo. Y yo metí mi mano bajo su faldita buscándole su sexo. Y sí, toda su rajita estaba húmeda, mis dedos entraron calientes jugueteándole ahí dentro. Y más se derretía en mis brazos. Mi verga ya estaba más que caliente, y la saqué del pantalón. Tomé a la chicuela de la trenza de su cabello y la puse de rodillas, y le metí mi verga en su boca. Al principio se le hizo muy grande pero su boquita se adaptó rápido. Mi verga le entraba y salía y ella la mamaba tan rico, que casi me vengo. Luego la senté en el escritorio, ya le había quitado su tanguita y solo traía su falda y su blusa toda desabotonada. Ya sentada en el escritorio le mamé su rajita bien rico, mi lengua le lamía todo, ella se retorcía gozando como se la chupaba y se la lengüeteaba. Gemía a mas no poder. Ahh qué rica niña, era una ...