El joven de al lado
Fecha: 01/05/2018,
Categorías:
Voyerismo
Autor: van sedefaar, Fuente: RelatosEróticos
... hacer un barrido con mi lengua en la parte de abajo de su glande, iva y venía ensalivándolo todo. Cuando su cabeza estaba completa dentro de mi boca, succione poco a poco mientras seguía lamiendo por debajo. El líquido que brotaba comenzó a ser más abundante. Yo estaba loca por su sabor. Su sabor y mi saliva entraban en mi garganta y tragaba como sedienta. Empecé un ritmo rápido introduciendo cada vez más su pene en mi boca. Centímetro a centímetro iva consumiéndolo. Levante la vista y sus ojos estaban perdidos. Su pecho se agitaba velozmente y sus manos apretaban mis cabellos y trataban de empujarme hacia él metiendo toda su carne en mi garganta. Sus gemidos eran exclamaciones de placer que ahora pienso debieron de escucharse muy lejos. Pero no me importaba, solo pensaba en gozar y que él gozara de mí. Estuve constantemente introduciendo su pene en mi garganta hasta hacerme lagrimear y lo retiraba lentamente mientras mi lengua lo humedecía y babeaba todo. Continúe con este ritmo por mucho tiempo, vuelta loca por el sabor de su carne y por los gemidos de placer y deseo que gritaba el chico como un animal. Su sexo comenzó a hincharse todavía más de lo normal. No cabía duda de que estaba por explotar en una eyaculación abundante. Sabía que si terminaba en mi garganta, difícilmente podría lograr otra erección. La experiencia estaba siendo la más intensa de su vida y acabaría rendido y fulminado. Y yo no quería eso, mi sexo latía a reventar y me pedía tenerlo adentro. Sus ...
... gemidos eran ya casi un concierto de placer, sus manos estaban tensas y tiraban de mi pelo con fuerza. Así que era el momento de pasar más allá. A pesar de la fuerza con que me empujaba hacia su sexo, fui sacando poco a poco su hinchado pene de mi garganta y boca. Lucia a punto de reventar, estaba latiendo y venas estaban formándose hinchadas alrededor de su tronco. Al quedar solo la cabeza dentro, chupé y succioné una última vez y termine por sacarlo por completo con un sonoro sonido de succión que siguió de su grito de placer que me hizo temer que ya estaba eyaculando. No lo hizo. Así que me erguí de la camilla y lo bese en el cuello. Él estaba temblando, sus rodillas parecían perder piso. Pasé mis dedos por mis labios y limpié los restos de sus jugos que me escurrían por las comisuras de mi boca y terminé por chuparlos de la manera más sucia que pude. El seguía con el pene latiendo, firme. Me llevé las manos a la espalda y desabroché mi sostén. Mis pechos saltaron del bra, y húmedos y sudados dejaron ver un par de pequeños pezones rozados y duros. De inmediato el uso sus manos para acariciarlos, apretarlos, jugar con ellos. Los dos estábamos en el climax del placer. Me besó con su lengua y acaricio mi culo con sus dos manos. Después fue bajando su lengua y tomando mis dos senos, comenzó a lamerlos, chuparlos, morderlos. Ora el derecho, ora el izquierdo, lo hacía como un verdadero animal demente.Era ya el momento de entregarme a él por completo. En ese momento todas mis acciones ...