El joven de al lado
Fecha: 01/05/2018,
Categorías:
Voyerismo
Autor: van sedefaar, Fuente: RelatosEróticos
... coqueto, ese tono que según mi marido volvía loco a cualquier hombre– Por supuesto que sí señorita, usted sabe que estoy a sus ordenes- dijo con sincero entusiasmo– Sucede que he estado viendo algunos manuales de jardinería y me ha entrado una curiosidad repentina por esta. Solo quería pedirle que si podía ausentarse las próximas semanas. No se preocupe por su salario, se le pagará exactamente igual como si estuviera aquí.– Pero señorita…– Señora, Felipe, señora.– Sí, sí, lo siento, es que es usted tan joven y tan bonita que lo olvido y…– … No te preocupes Felipe.– Claro. Pero señora ¿cómo podría hacer eso? no dudo que usted pueda tener un gran talento con esto, inclusive ser mejor que yo, con esas manos tan dulces que tiene señorit… Señora, pero, si su marido se entera que estoy cobrando sin trabajar temo que me regañe incluso me despida.- dijo con tono asustado– No Felipe, si se llegara a enterar yo te protegeré tenlo por seguro. Pero eso no va a pasar, por qué de hecho, el no se enterará. El está muy ocupado estas semanas y solo viene un par de días entre semana y solo a dormir. Y no se enterará porque él piensa que todas esas ideas que se me ocurren repentinamente son solo caprichitos míos, así que se lo ocultaré esta vez ¿me entiendes? Así que no te preocupes que él no se enterará. Y tómate el descanso sin preocupaciones que jamás seré buena en esto como tú y cuando este caprichito como dice mi marido y que seguramente tiene razón, se me pase, volverás a trabajar aquí ...
... igual que siempre.– Está bien señorita, cualquier cosa o duda no dude en llamarme. Qué tenga buen día.Colgué y pensé que lo que me estaba pasando estaba llegando cada vez más lejos. Ahora estba afectando a terceras personas por este demencial juego de miradas y deseo que no sabía cómo se estaba volviendo cada vez tan grande como divertido.Salir al jardín era de hecho el momento donde podía lucir mi guardarropa. Obviamente, no saldría al patio vestida como una puta, pues sabía que en gran medida el deseo que él sentía por mi estaba basado, además de mi cuerpo claro está, en lo tan inalcanzable que le resultaba al chico. Sabía que el ser una mujer casada con un hombre guapo y exitoso además de rico, ser una mujer que lo tenía todo, elegante y con una pinta de rica, hacían que le fuera más deseable todavía. Por lo tanto, mientras más elegante, decente y con clase me vistiera, más volvería loco los instintos de mi joven vecino voyerista. Claro, el vestir elegante no quiere decir que no fuera sexy, de hecho estaba dispuesta en convertirme en la mujer con clase más provocativa que hubiera conocido en su mocosa vida.[[[ 7 ]]]AcosadaPara el segundo encuentro pasaron dos semanas con la misma rutina. Las mañanas en lencería, el baño de la mañana, las tardes en que salía a tomar aire fresco, el baño de las tardes y finalmente desnudarme frente la ventana de mi cuarto para ponerme ropa de dormir con las luces encendidas y dibujando mi silueta en las cortinas blancas cerradas de la ventana ...