El chantaje II: Un paso a lo prohibido
Fecha: 05/05/2018,
Categorías:
Incesto
Hetero
Autor: TKBDDOS, Fuente: CuentoRelatos
... aguacero que ya interrumpía nuestro trabajo, los espectadores comenzaron a escabullirse por lo que paro el evento mientras nos refugiábamos en el expendio, mi hermano no sé dónde se había metido, pero aquella agua no cesaba y cada vez era más fuerte, sin embargo aún faltaba tiempo para terminar por lo que no podíamos irnos aunándole a esto la ya intensa agua que corría por las calles. A lo lejos veía un grupito de jóvenes o por lo menos eso parecía ver, pues la oscuridad y la lluvia no dejaba percibir aquellas personas, ya eran cerca de las 9:00 p.m. Hora en la que nos retiraríamos, las calles se notaban silenciosas, oscuras y desoladas, cosa que me asustaba pues no quería volver a pasar por aquella calle, mas no tenía alternativa pues era el único acceso a mi hogar por lo que decidí llamar a mi papa por que la lluvia aun no paraba y mis compañeras sus novios las recogerían. Cuando marcaba Antonio entra al accesorio y lo veo diciéndole pensé que te habías ido, no pues la lluvia no me dejo, cada vez arreciaba y solo éramos mi hermano, la dueña, sus trabajadores y yo, intentábamos marcar pero la llamada no entraba por lo que esperamos un poco a que calmara la lluvia cuando nos dimos cuenta que ya eran cerca de la 11:00 p.m. decidimos marcharnos con una llovizna en el camino Toño no dudo en comenzar acariciarme me tomo de la cintura y se colocó atrás de mí, pues de inmediato sus manos se apoderaron de mis pechos, por debajo de la sudadera deslizo sus manos empezó apretar mis ...
... pezones, con el frio pues estaban ya duritos, lo cierto es que mi cola ya sentía como su verga comenzaba a dar señales de vida, nuestro pasos eran lentos, cortos pues las calles ya sin señales de vida daban como resultado el acaparamiento de mi cuerpo. Notaba a mi hermano ya decidido, su manosea era evidente, si nos hubieran visto la gente de seguro se hubieran dado cuenta, sus manos parecían como un pulpo se apoderaban de mis nalgas de mis senos y de mi panocha, mientras podía sentir su verga cada vez crecer pues la calentura ya era demasiado. No fue hasta llegar a nuestra calle donde me detuve pues a lo lejos veía unas personas no se distinguía que decían lo cierto es que tal vez eran unos borrachos, para lo que Antonio me tomo de la cintura y me arrimo a un carro donde había una marquesina que nos pudiera cubrir de la lluvia, no sabía que hacer pues en un momento me dio temor de que fueran aquellos teporochos y esta vez intentaran algo más que seguirnos, cuando veo bajarse la bragueta del pantalón y saca su miembro erecto, toma mi mano llevándola a su ya caliente verga, me quede atónita pues no sabía qué hacer, mi hermano comenzó a empujar dando señal de lo que quería que hiciera mis manos sin negarle aquella acción, comenzaron a moverse sabiendo que hacer, notaba como el cerraba los ojos y jadeaba pues el sentir mis manos en su pito le daba un placer incontrolable, la lluvia volvía a caer con más intensidad y Toño comenzaba a decir vamos Valery jálamela, jálamela, escúpela ...