Juegos en altamar con la hermana de Rafa
Fecha: 05/05/2018,
Categorías:
Lesbianas
Erotismo y Amor
Autor: Margaryt, Fuente: CuentoRelatos
... palpable y solo me reconfortaba el cómo me miraba Marisa; me miraba como una chica muy enamorada y eso me excitaba. Respetarla al final de la noche anterior, lejos de hacer que se desencantara de mí, hizo que se sintiera más atraída todavía. El apartamento era precioso y estaba muy limpio. Una señorita nos recibió y nos saludó a todos, estaba a cargo de ese apartamento. Cenamos en un Restaurante, Rafa fue muy correcto, yo más. Al volver a su apartamento me di un gran baño de sales, tenían una bañera redonda preciosa. Luego me fui a dormir, sola, allí había habitaciones para todos; pensé que quizás fuera lo mejor. Desperté sobresaltada a las tres y treinta y tres minutos exactos de la madrugada, vi la hora en el reloj de la mesita. Mi sobresalto se debía a sentir como alguien, pensaba que era Rafa, me estaba "chupando el coño", por un lado, mientras apartaba mis bragas con la boca, dije: —Rafa, ¡cómo te atreves!, y sin preguntar siquiera. Tiré de las sábanas para verle la cara, sorpresa, me dije: —Marisa, que haces comiéndome el chocho al asalto, no te conozco chica; ¿qué has hecho con tus dudas? —Las dejé en altamar, Margarita. No dijo más, solo agachó la cabeza y dio un mordisco en los grandes labios externos de mi coño. Daba como sorbitos después, bebiendo mis líquidos. Luego su lengua subió hasta mis pechos, hizo giros con sus labios en mis pezones, que son grandes como mis pecosas tetas. La dureza de mis pezones me hacía daño, como si más que míos fueran anzuelos ...
... clavados en mí, que habían atrapado en el otro extremo a Marisa por su boca. La separé un poco y chupeteé sus pechos pequeños y dorados por el sol. Le propuse comernos nuestros sexos a la vez y dijo que sí. Tendidas en la cama, nuestras piernas muy abiertas y cada una con la cabeza de la otra entre sus muslos. Le mordí el chochito, ella también a mí, le pasé mi lengua por su raja en vertical, ella también. Ante su inexperiencia ella optó por hacer lo mismo que yo iba haciendo. Éramos dos sirenas desnudas, todo lo hacíamos una antes y la otra después. Mordí su culo, dándole bocados, ella... nos dimos tirones de nuestros vellos púbicos mutuamente, "me arrancó un pequeño mechón del vello pelirrojo de mi coño con sus dientes". Que fierecilla era Marisa, tenía hambre de mujer. Sentí que me venía el orgasmo y no la avisé, al contrario, abrí más las piernas para... unnnnn un chorro como una explosión la regó, tosió y me dijo: —¡Marga!, por favor, jolín como te has corrido. Después de correrme en su cara hice círculos con mi lengua dentro de su vagina, como si hiciera mayonesa a mano, bueno, a lengua. La lengua me dolía de extenderla tanto dentro de su cálido coño. Saqué la lengua y le di un buen repaso en el ano, dijo: —Pero Marga, ¿el culo también? —También Marisa, también. Desde atrás hacia adelante, desde su ano hasta su clítoris, la chupé como una leona hambrienta. Como se corrió, que barbaridad; nunca lo habría pensado: dando espasmos me empapó la cara, los pechos e incluso mi ...