Victor ausente y el tío Alberto presente
Fecha: 08/05/2018,
Categorías:
Sexo Duro
Sexo con Maduras
Tabú
Autor: Anitaslut44, Fuente: xHamster
... colgando entre sus piernas; realmente su apodo le hacía justicia a esa verga enorme…Su amante se la chupó de la mejor manera que pudo, ya que apenas le cabía en la boca. Cuando esa pija enorme estuvo bien endurecida a lengüetazos, el viejo hizo poner a la chica en cuatro y se preparó para penetrarla desde atrás.La pobre chica dejó escapar un alarido de dolor terrible cuando sintió que Don Alberto empujaba esa serpiente dentro de su estrecha vagina. Yo lancé también un pequeño chillido de sorpresa y entonces justo el viejo miró hacia la ventana.No sabía si él me había descubierto espiándolo; pero no tuve tiempo para averiguarlo, ya que salí corriendo de allí hacia mi dormitorio. Tuve que darme una ducha fría para tratar de calmar un poco mi calentura y finalmente me acosté en mi cama, mientras se escuchaban de fondo los alaridos de esa chica, soportando los embates de semejante verga…A las cinco de la mañana me desperté sobresaltada, con el cuerpo empapado en sudor: había soñado que yo estaba en el lugar de esa mujer, con la verga de Don Alberto enterrada en mi vagina caliente y húmeda…Al día siguiente encontré al viejo en el cuarto de lavado. Me espetó:“Qué te pareció, Anita, cómo esa chica me chupaba la verga anoche?”“Debe haberte gustado; te quedaste espiándome con la boca abierta…”Yo me quedé paralizada, sin saber qué responderle.“Usted se volvió loco… se cree que yo soy como esas putas que trae?”.Le grité muy ofuscada, cuando pude reaccionar ante su comentario.El viejo ...
... sonrió y comenzó a bajarse el cierre de su pantalón, sacando a la luz aquel pedazo de verga enorme, gruesa y ya bien dura. Yo bajé la vista para mirarla y volví a paralizarme, sin tener ninguna reacción…Don Alberto se fue acercando y de repente me levantó en vilo entre sus brazos, estrechándome contra su pecho, a la vez que sus enormes manos bajaban a apretar mis nalgas. Entonces repentinamente sentí una descarga, como si fuera un orgasmo, que recorrió todo mi cuerpo…“Ahora vas a gozar conmigo, parece que mi sobrino no te atiende bien…”Yo cerré los ojos y el viejo bajó su cabeza para mordisquear mis pezones duros a través de mi vestido. Hacía demasiado calor esa mañana y yo no llevaba ropa interior bajo ese liviano vestido de verano.De repente levantó mi falda con sus manos, dejando expuesta mi vulva depilada y ahora humedecida. Metió sus dedos entre mis labios vaginales y los sacó manchados con mis jugos. Sonrió diciéndome:“Estás haciéndote la ofendida conmigo, pero tu concha me dice otra cosa”Me levantó otra vez entre sus enormes brazos y me arrastró al comedor, para dejarme sentada en un sofá. Allí me arrancó el vestido a manotazos, convirtiéndolo en jirones y silbó admirando mi cuerpo desnudo.Yo intenté cubrirme con mis manos y brazos, pero me encontraba superada por la situación y para peor, me sentía excitadísima y humedecida. Ya había tenido un orgasmo fulminante apenas el viejo me había tocado y ahora estaba casi a punto de alcanzar el segundo.El tío se agachó y abrió ...