La Detective Cap. 1
Fecha: 09/05/2018,
Categorías:
Lesbianas
Autor: aleidazombi, Fuente: RelatosEróticos
... cuerpo. Ana ya sabía que se trataba entonces su llamada, por lo que no se molesto en contestarla y se incorporo para vestirse de nuevo y salir. A Laura le dio dolor ver a Ana poniéndose su ropa, deseaba con todas sus fuerzas pasar su lengua por cada palmo de su piel trigueña, devorar sus grandes senos, mordiendo sus oscuros pezones, pero el deber la llamaba, y tenía el presentimiento que este sería el mayor reto de su carrera. Se puso su jean negro preferido, una sudadera blanca tres cuartos, las botas policiales, se agarro su largo cabello castaño en una coleta y se puso su placa en el cinturón. No acostumbraba a ir armada, incluso tenía su 9mm de reglamento debajo de metros de ropa sucia, pero prefirió prevenir y tomarla, poniéndose su pistolera y una chaqueta de cuero negra, que Ana le había comprado. -Sabes que te vez sexy con esa chaqueta mi detective.- Le dijo Ana mientras mordía sus labios esperándola en la puerta. -Lo sé…- Le contesto Laura con rostro serio mientras se acercaba a ella, y le daba un rápido beso en sus labios.- Te amo.- Termino de decirle. Ambas se fueron por separado, Ana en su pequeño Fiat Uno del año noventa y dos, y Laura en su moto de paseo, que raramente usaba de noche, pero quería llegar lo más rápido posible. No tardo ni diez minutos en llegar desde su apartamento hasta el Gran Hotel Meliá Caracas, uno de los más costosos y exclusivos del país, lo que la sorprendió de sobremanera, es que todo estaba excesivamente normal, incluso pudo ver ...
... algunos turistas entrar para alojarse. No le costó mucho ver a Gil o para ser más específicos, su cabeza rapada y brillante, este espigado hombre es uno de los agentes más veteranos del CICPC, y la esperaba en la entrada del lujoso hotel, usando una ropa completamente de civil, sin llevar la placa visible. A sus casi cincuenta años Gil había visto y hecho de todo, incluso se dice que rechazo el cargo de Jefe en un par de oportunidades, sin duda, de los mejores sabuesos que tiene el cuerpo, si él, y el propio Jefe estaban acá, Laura no entendía que querían que hiciera. -Señorita Cuevas, feliz noche, será mejor que te guardes la placa, y no dejes que nadie te vea la pistolera.- Le dijo Gil al oído con toda la naturalidad del mundo, abrazándola al saludarla, como si de un padre y una hija se trataran. -Lo siento, no lo sabía.- Le contesto Laura visiblemente apenada, aunque casi todos sus casos habían sido secretos, no habían tenido un escenario tan público. -Tranquila Cuevas, el Jefe no quería darte mucha información por teléfono, este caso es prioridad uno, te puedo decir que ni el propio ministro de defensa sabe de esto.- Le siguió diciendo mientras le abría la puerta del elevador de servicios del hotel. -¿Pero es que acaba de ocurrir acaso? ¿Quién consiguió el cuerpo?- Pregunto Laura sin duda, completamente incomoda, aunque conjeturaba que había sido un asesinato, tenía demasiadas dudas para tanto secretismo. -El cuerpo lleva muerto desde la madrugada de hoy, pero nos acabamos de ...