1. MI HIJO. MI MEJOR TERAPIA


    Fecha: 12/05/2018, Categorías: Incesto Autor: gabita, Fuente: SexoSinTabues

    ... pregunto. -¡tómame!- musite, lo fue metiendo deliciosamente despacio, dejándome sentir como poco a poco se habría paso a mi entraña, tuve que abrir grande la boca, como si me faltara el aire, dejando escapar un gemido tan largo como duro la penetración, me la dejo completamente clavada unos segundos, y luego tomándome por las caderas inicio el sacarla casi toda, para enseguida volver a empujarla hasta dentro, con movimientos lentos pero firmes, como tomándose su tiempo y así dejarme gozarla más, sacándola y metiéndola, dándome un placer que ya hacía mucho no sentía y tanta falta me hacía. ¿Y que si era mi propio hijo el que me estaba poseyendo? En ese momento, en mente, cuerpo y alma, yo simplemente era una hembra en celo dichosa de entregarse a su semental, y lo demás, no importaba. Solo quería sentirla toda, dilatando y estimulando cada pliegue en mi vagina, provocándome en cada movimiento más placer, finalmente, con las manos firmemente sobre mi pelvis, me la ensarto con rudeza 3 o 4 veces, arrancándome una serie de jadeos y gemidos mescla de un enorme placer y un poco de dolor, la dejo por completo clavada, pude sentir como su tuviera algunos espasmos, justo en el momento que un delicioso calorcito aparecía en lo profundo de mi vientre, entonces el tubo vaginal se apretó contra el enorme trozo de carne, como si quisiera ordeñarle hasta la última gota de semen. Al terminar, se paró frente a mí, tendiéndome la mano, le di la mía y me ayudo a incorporarme, me acomodo el ...
    ... escote en su lugar y espero a que me subiera las pantaletas, luego abrazados, caminamos a la casa, me ayudo a llegar a mi cuarto, ya que las piernas me temblaban y parecían no obedecerme, espero a que me acostara, me dio un tierno beso en la frente y se fue a dormir. Por la mañana desperté muy temprano, al principio supuse había sido solo un sueño erótico, pero luego, el discreto picor y la pegajosa humedad en mi vagina, me hiso comprender la realidad. Supe que había cometido un terrible pecado, se supone que debería sentirme inmensamente culpable y llorar hasta quedarme sin lágrimas, sin embargo, me sentía plácidamente relajada y extrañamente feliz. Ese día, transcurrió como si nada, mi retoño se comportó igual que siempre, como si nada diferente hubiera pasado entre nosotros, incluso dude de mi cordura, llegando a creer, efectivamente solo había sido un sueño, hasta en la noche ya estaba en mi cama y llego a dame mi besito de buenas noches como es su costumbre, antes de que se fuera, le tome la mano, y mirándolo fijamente le pregunte -¿Qué paso anoche?- bajo la mirada con cara de culpable. -¿no lo recuerdas?- pregunto. - solo dime si lo del jardín paso o lo soñé. Suplique. –suspirando confirmo- no fue un sueño, mamá, si paso, yo… yo no sé porque lo hice, perdóname- termino de decir con lágrimas en los ojos. – No tengo nada de perdonarte mi niño, no fue tu culpa- le dije consolándolo, -gracias por todo- dije al final. Esbozó una tenue sonrisa como de alivio y se marchó. Durante ...
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