1. Familia sin tabúes (6) Mateo violado por Adrián


    Fecha: 14/05/2018, Categorías: Grandes Series, Gays Autor: ZLAZKO-KAI, Fuente: CuentoRelatos

    ... Destrózamelo Adrián, méteme tú pollón y fóllamelo, quiero que me domines, que me sometas, que me violes como a una vulgar puta calienta pollas... ¡Joder, que gusto de!... Tienes los dedos gordos como pollas... ¡Uffff!... ¡Sigueee!... ¡Siiiii! - Me subí encima del niñato, y le metí de un puntazo todo mi cipote, por su ancho y dilatado culo. Mi capullo le perforó el recto hasta el fondo, como una taladradora escavándole las entrañas, mientras yo le inmovilizaba las manos a Mateo, capturándolo y atrapando a mi presa, y él solo podía vociferar y chillar como una perra desconsolada. Aceleré más y más mis movimientos, metiendo y sacando cada vez más rápido mi pollón, y follándome su ojete al ritmo que yo marcaba. Mateo gritaba cada vez más alto y fuerte, gimoteando y llorando de angustia, con lágrimas en los ojos por el daño, el dolor y el destrozo que le estaba haciendo mi polla en el ano. Yo sé, por las dimensiones de mi miembro, que todos los culos no están preparados para recibir un pollón de este tamaño, pero él quería eso, y yo estaba dispuesto a dárselo, y con mucho gusto. Es más, y esto te lo digo de verdad colega, no se iba a poder sentar en una semana el maricón, de lo roto que le iba a dejar el culo con mi cipotón. ...
    ... Luego le di la vuelta sobre la cama, boca arriba con las piernas bien abiertas y sobre mis hombros. Y lo volví a penetrar a lo bestia, follándolo de nuevo, como un puto salvaje mientras lo miraba a los ojos, y veía su cara de fatiga y pesar, pero a la vez de goce y disfrute, al mismo tiempo que se masturbaba la polla. Mateo era un puto vicioso, una guarra incansable de mi polla, a pesar de tenerla toda dentro, él mamonazo la quería sentir mucho más adentro todavía, y presionaba con sus nalgas contra mi pelvis, para no desperdiciar ni un solo centímetro de pollón. El niñato pudo sentir, unos grandes chorros de esperma que entraban a borbotones en sus intestinos, por cortesía de mi cipote, mientras su blanca leche salía a chicates de su capullo, y le salpicaba la cara, el pecho, y el abdomen. Después de correrme dentro de su culito, me sentó en la cama apoyándome la espalda en el cabecero, y se agachó metiendo su cara entre mis piernas. Media hora estuvo limpiando y lavándome a fondo la polla con su boca, solo paraba para mirarme a la cara y darme las gracias por aquella sensacional follada. - Gracias Adrián, muchas gracias.- Cuando me fui de su casa, le había hecho un seguro para el coche, y plan de ahorros. - Jajajaja. - 
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