1. Ana en el garaje subterráneo


    Fecha: 15/05/2018, Categorías: Sexo Duro Sexo con Maduras Voyerismo Autor: Anitaslut44, Fuente: xHamster

    Ana en el garaje subterráneoCuando todavía vivíamos en Villa Urquiza, Ana de vez en cuando se entregaba a los lujuriosos deseos de un par de vecinos del edificio de enfrente, Facundo y Nicolás, dos pendejos que aprovechaban la calentura de mi esposa y la cogían entre ambos hasta dejarla satisfecha, dolorida y con sus orificios corporales repletos de semen…Pero un día estos vecinos se mudaron y mi vida sexual con mi esposa volvió un poco a la normalidad… o eso era lo que yo pensaba…Un día nos encontramos con otra pareja joven que vivía un piso más arriba. Ella se llamaba Gabriela y era una chica bastante desabrida poco sociable. Su esposo era Santiago, un flaco pintón y por el contrario, muy agradable en el trato.En esa ocasión me llamó la atención un esbozo de sonrisa por parte de Santiago al ver a mi esposa; pero Ana lo saludó de manera particularmente fría… Sin embargo, al descender del ascensor me olvidé de esta situación.En esos días comencé a notar que Anita llegaba desde su trabajo siempre después de mí, casi siempre una hora tarde. Ella lo justificaba culpando a las horas extras que debía cumplir en la oficina.Nuestra rutina seguía igual, pero en nuestros encuentros sexuales, Ana empezó a mostrarse cada vez más exigente. Quería siempre más y más.Cuando las llegadas demoradas de Ana comenzaron a hacerse habituales un par de veces por semana, comencé a prestar atención.Los días que se retrasaba, llegaba agitada como si hubiera subido corriendo por las escaleras y se ...
    ... encerraba en el baño a darse una ducha rápida.Unos minutos después, siempre podía oír el ascensor que se detenía en el piso de arriba…Entonces mis peores sospechas comenzaron a tomar forma. Y así decidí poner en marcha un plan de vigilancia para averiguar qué pasaba…A la siguiente oportunidad, pude ver por la ventana que mi esposa llegaba temprano a la entrada del edificio, pero tardó más de una hora en subir. Y además llegó agitada, lista para sacarse el calor con una ducha.Unos minutos después el ascensor y su inequívoco sonido deteniéndose en el piso superior. Algo estaba pasando con mi vecino Santiago.Cuando calculé que Ana se demoraría otra vez, me escondí en un rincón del garaje subterráneo, donde mi esposa estacionaba el auto, siempre cerca del que utilizaba mi vecino de arriba.En plena oscuridad, pude ver nuestro auto, que estaba vacío. Sabía que Anita se lo había llevado por la mañana. Entonces un poco más lejos, distinguí a mi vecino Santiago reclinado en el asiento de su auto. Me llamó la atención que estaba muy quieto. Con sorpresa, luego de un rato vi a mi dulce mujercita incorporarse en el asiento del acompañante. Todo ese tiempo le había estado mamando la pija a nuestro vecino.Anita se inclinó sobre él y se besaron apasionadamente. Luego él tomó su cabeza y la obligó a volver a agacharse. Ella obedeció y continuó con esa chupada de pito como solamente ella sabe hacerlo…Unos minutos más tarde, Ana se pasó al asiento trasero sin bajarse del auto. Santiago abrió su ...
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