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Por error terminé cogiendo con la señora Dora (2)
Fecha: 15/05/2018, Categorías: Sexo con Maduras Confesiones Autor: Pojemacho, Fuente: CuentoRelatos
Liz me dijo que cuando sus padres se vayan a dormir me escabulle a su dormitorio pero nada seguían bailando y tomando y la señora Dora no me perdía mirada, ya cansado y algo mareado por la falta de costumbre salí a tomar aire a la terraza y me senté mirando como brillaban las estrellas y me quedé dormido. Cuando ya eran las 5 de la mañana me desperté y fui al salón ya no había nadie sólo la empleada que estaba limpiando y me dijo que la señorita Liz le había dicho que subiera a su dormitorio, ella sabía que no le caía a su patrona pero como Liz la trataba bien era nuestra cómplice en la casa. Subí lo más rápido las que pude las escaleras y llegué a la puerta de su dormitorio y mirando para ambos lados para no ser visto ingresé sólo estaba prendida la luz del baño que alumbraba la oscuridad del lugar y ahí en la cama mi amor Liz me esperaba viendo la hora no había tiempo que perder me quité los pantalones y luego el bóxer y me eché a su lado levanté la sabana que la cubría y ahí estaba ella sólo en calzón y brassier su cabello castaño acaricie sentía su respiración y también olor a bebida ella también había tomado esa noche le susurró al oído... “Amor demoraste mucho que hasta me dormí, pero Juana me dijo que acá estabas pero no me contesta”. Puse mi verga en medio de sus nalgas y empiezo a sobarlo era excitante cogerla en su dormitorio a pocos metros de distancia donde dormía doña Dora si supiera lo que estaba por hacer de seguro me echaba de su casa. Sólo el reflejo de la ...
... iluminación del baño alumbraba el ambiente eso lo hacía más excitante y emocionante como no reaccionaba por lo que había tomado de más de seguro con su prima decidí yo hacer todo y lentamente bajé su calzón hasta las rodillas y después quitárselo. - Mi amor no te preocupes acá esta tu cachero que te va a poner a gozar tú solo disfruta... Besé su cuello y hombros mientras mi mano acariciaba sus nalgas y abriéndolas un poco y bajé y las besaba hasta llegar a su vagina sus labios estaban calientes y metí la lengua hasta que empezó a humedecer soltando unos leves gemidos, como un perro lambia su sexo y preparé la verga y lo fui metiendo bien pegaditos en la cama le respiraba la nuca y ya con lo lubricada que se encontraba Liz la penetración fue fácil y rápida. - Choc… choc... Choc... Era el sonido que hacía mi verga cuando entraba y salía de su chucha jugosa ella empezó a reaccionar a la penetración ahora sus gemidos eran más seguidas y fuertes cuando su mano buscó la mía y la llevó a sus senos me quedé helado mis dedos tocaron unas enormes tetas de pezones grandes y duros. ¡No era Liz sino su madre! como dije la única diferencia eran sus senos ella los tenía más pequeños en cambio Dora los tenía grandes y apetitosos. Ahora no sabía qué hacer si continuar o salir corriendo del dormitorio ella estaba súper caliente, era ella ahora quién movía el culo y tiraba para atrás y adelante mi verga estaba en su máxima erección y seguía su mano sobre la mía mi haciendo que acaricie su enorme ...