El amigo de mi hijo me hizo su mujer (III)
Fecha: 15/05/2018,
Categorías:
Sexo con Maduras
Infidelidad
Autor: CuentaHistorias, Fuente: CuentoRelatos
... dentro de mí, pero la idea de engañar a mi marido aun me detenía. Mi vagina comenzó a estrujar su glande sin control tratando de evitar escapara de mi interior, Adrián no se contuvo más y de una sola embestida me lo metió todo, un fuerte grito de placer quiso escapar de mi boca pero rápidamente me tape la boca “No pude soportarlo más señora Isabel, necesitaba sentir completamente su coño”. Por un instante perdí mi cabeza, la sensación de sentirme llena nuevamente fue asombrosa. Al fin habíamos cruzado la última línea del sexo, intentando no verme tan ansiosa lo recrimine un poco aunque por dentro también quería que sucediera. Adrián llevo mis piernas a sus hombros y desde esa posición comenzó a penetrarme con fuerza, la forma en que su miembro se restregaba todos los rincones de mi vagina y como arremetía buscando llegar a los más profundo de mi era tan placentero. La fuerza de con la que arremetía contra mi vagina era brutal, mi marido jamás se hubiera podida igualar el vigor de Adrián “su coño está muy mojado señora Isabel y no deja de apretarme“. Adrián era muy hábil para ser su primera vez, sabía exactamente como golpear mis ...
... puntos débiles. Era abrumadora la sensación de placer que tantos años extrañe, a cada embestida de su miembro mis sentidos me abandonaban, mi cuerpo entero se estaba tensando, mi vagina hizo los mismo aprisionando el miembro de Adrián, “me corro señora Isabel“, entre las convulsiones de su pene y la presión de mi vagina pude sentir como se corría llenado todo mi interior, era la primera vez que tenía un orgasmo tan fuerte en mi vida, aun sin recuperarme Adrián se acercó a mi besándome mientras él seguía moviendo sus caderas en mi interior. Todo era muy intenso, nos levantamos de la mesa y como señal de agradecimiento me arrodille a chuparle su pene, lo limpie todo con mi lengua y boca, terminado me acomode mi falda y blusa, Adrián tomo mis bragas negras y me dijo si las podía conservar como regalo, gustosa se las di. Esa misma noche mientras esperaba a que mi marido regresara mí vagina seguía temblando por Adrián, recordar la forma salvaje en que me poseyó hacia que regresara el sentimiento de culpa, estaba teniendo una aventura y engañando a mi marido, aun peor con el amigo de mi hijo pero no podía negar que lo estaba disfrutando.