Otra vez sobre la espalda de Solange
Fecha: 17/05/2018,
Categorías:
Anal
Sexo con Maduras
Tabú
Autor: Anitaslut44, Fuente: xHamster
... sobre la presencia de Solange. Regresamos al interior de la casona, encontrando a algunos amigos pero no a mi cuñada.Alguien le comentó a Ana sobre el lamentable estado etílico de Solange y entonces nos separamos para buscarla en diferentes lugares. La encontré finalmente sentada en un banco de piedra del parque. Me dijo que ya se sentía mejor y me pidió un vaso de agua. Cuando regresé, Solange bebió el vaso completo y por fin sonrió luego de varios días de tener una actitud seria conmigo…Me pidió si podíamos quedarnos un rato afuera, porque quería tomar aire fresco.De repente Solange hizo un movimiento rápido y se sentó sobre mi regazo, de espaldas a mí. Comenzó a moverse suavemente al compás de la música que llegaba desde el interior. El roce de sus nalgas comenzó a provocarme una paulatina erección. Mi cuñada lo notó y comenzó a refregarse más rápido sobre mi verga.Solange sonrió y me preguntó socarronamente, sin dejar de frotarse sobre mí;“Qué pasa, cuñadito lindo… no fue suficiente con lo que vi hace un rato?Yo sonreí para mis adentros y no le respondí, pero la tomé por la cintura y la apoyé sobre mis piernas, para que ella sintiera mi verga ahora dura entre sus cachetes.De repente Solange giró su cabeza y me comió la boca con un beso de lengua profundo y húmedo. Le devolví el beso mientras la aferraba por sus caderas.Le pregunté: “Adónde vas a llegar con todo esto?Ella muy confiada retrucó: “Al mismo lugar donde te cogiste a tu esposa…”No me dio tiempo a ...
... responderle, me tomó la mano y me arrastró hasta el mismo árbol donde había apoyado sus manos Anita un rato antes.Quise protestar, diciéndole que no la iba a coger sin usar preservativo, pero ella se agachó y sacó mi verga endurecida, tomándola directamente entre sus labios…Luego de un rato se incorporó para decirme: “Ahora es tu turno”, mientras se apoyaba contra el árbol, separaba las piernas y levantaba su minifalda, para mostrarme que no llevaba nada debajo.Bajé mi mano y metí mis dedos entre sus labios vaginales, encontrándolos muy humedecidos. Pero Solange giró su cabeza, me miró en plena oscuridad sonriendo y tomó mis dedos, guiándolos a su entrada trasera…“Estás segura, bebé… te la vas a aguantar por la cola…?” Le susurré al oído.Pero mi cuñada no respondió, volvió a mirar hacia el árbol y se dejó llevar por el placer que sentía con mis dedos explorando el fondo de su estrecho ano. Finalmente me arrodillé y comencé a lubricar su entrada con mi saliva. Luego de un buen rato de pasarle mi lengua, Solange me tomó por la nuca y me dijo que ya estaba lista…“Despacio… ya no tengo el culo virgen, pero tu pija es muy gruesa…” Me advirtió.Comencé suavemente a tratar de meterle la punta bien endurecida. Solange comenzó a quejarse; pero me pidió que siguiera adelante. Finalmente logré metérsela entera y me quedé quieto unos instantes para que su ano se adaptara a mi tamaño.Luego comencé con un vaivén muy lento, sintiendo que Solange también comenzaba a gozar y jadear. En unas cuantas ...