POLICÍA CORRUPTO (5) Félix … El Hijo del Capitán
Fecha: 17/05/2018,
Categorías:
Gays
Autor: ZLASKO, Fuente: SexoSinTabues
... hacía abajo y empinando la polla, toda tensa por el movimiento. Era delicioso ver como saboreaba el capullo húmedo de su colega, la forma de su boca apresando y apretando con los labios la regordeta cabeza. Me producía un calentón incontrolable, las drogas hacían su efecto en mi cuerpo, en mi polla, en mis pensamientos perversos, salía de mí un vicio pérfido al mirar a Carlos como arremetía y golpeaba con la polla en la boca de su amigo Félix. Tuve que agarrarle de los pelos fuertemente, me descontrolé por completo como un energúmeno, haciéndole daño y sometiéndolo con mis movimientos bruscos a meterse la verga hasta la garganta. Eliseo observaba desde poca distancia el cuadro de los dos colegas y el poli vicioso penetrando el ojete de Carlos con el cañón de la pistola. Tenía el nabazo negro sacado por uno de los laterales de los calzoncillos, sobándolo con los dedos, mojando el tronco de ébano con el pre-cum que le salía del glande, y dejándoselo muy brillante por el líquido. Después de untarse un poco de polvo blanco en el capullo, se dirigió hacía la boca de Carlos subiéndose de pie en el sofá, se inclinó hasta tener a tiro el agujero bucal del chaval, y la insertó toda dentro. Los ojos de Carlos parecían que se iban a salir de las cuencas, la anchura y el grosor de aquella polla desgarraba las comisuras de cualquiera, le daban arcadas de vómito por no poder respirar, y le chorreaba la saliva que se le escapaba por la barbilla. Me agaché por debajo de la entrepierna de ...
... Eliseo para contemplar mejor la mamada que le estaba haciendo Carlos, viendo como entraba y salía ese monstruoso manubrio de su boca, como golpeaba los gordos huevos en su cara, y como le clavaba salvajemente el negraco, la polla al jovencito. El morbazo me salía por la boca en forma de babas, la polla me iba a reventar dentro de los vaqueros, tenía la bragueta hecha un charco de fluido preseminal que chorreaba sin control de la rajita de mi cipote. Miraba fijamente los prominentes glúteos del negrito moviéndose hacía adelante, cerrando el agujero anal cuando envergaba dentro, y separando los cachetes al sacarla de la boca, dejando al descubierto un oscuro y suculento boquete. Ese culazo me estaba poniendo realmente enfermo de vicio, acerqué mi boca lasciva hasta el agujero del negraco y comencé a lamerlo como un perro sediento de joven macho. Como era de esperar Eliseo gemía de gustazo, por el placer que le proporcionaban nuestras lenguas, el negro se lo merecía por lo buenísimo que estaba, por la pedazo de verga que gastaba, y el trasero tan sabroso que tenía. El joven Carlos no paraba de mamar frenéticamente con la boca super abierta, la lengua insensible por la farlopa hacía que la saliva resbalara a borbotones por las comisuras, y que las embestidas contra aquel rabo fueran salvajes. El calentón desbordaba todo mi cuerpo, me sentía con autoridad, con poder absoluto, el mismo que ejerce un amo con su esclavo, y a partir de ese momento yo sería el amo de los tres chavales. ...