(21) Los amores de Ana Etxeberría
Fecha: 21/05/2018,
Categorías:
Grandes Series,
Microrelatos,
Autor: Mister Neron, Fuente: CuentoRelatos
... me salga del higo. A mí nadie me controla. -Pero tú sí me controlas a mí. ¿Has lavado mi ropa o la has quemado? -Elije la opción que más te guste. -Eres una puta mentirosa. ¿La has quemado? ¡Jodida puta! -Ana uno. César cero. ¡Yeah! –se dispuso a irse Ana. -Hey, no te vayas. Esto hay que hablarlo. Necesito ropa para irme. -Cómemela, cabrón. -Un momento, ¿quieres dejarme aquí encerrado? ¿Follando las 24 del día como un esclavo sexual? -Gabriela, rectifico. Perrealo. Y los saltos de Gabriela se volvieron más extremos. -¡Au! ¡Gabriela, para! Ni caso. -¡Ay! ¡Me haces daño! Ana se despidió con una peineta de dedo. -¡Ana, eres una hija de puta! –la miró el inspector con rabia. -Mi madre no es puta, pero yo sí. Gabri, destrózalo. -Hecho. -¡Auuuuuu! ¿Qué coño haces? Ana salió de la habitación con aires de triunfo. Recorrió varios pasillos hasta abrir una puerta en concreto y entrar. -Hola, guarrillas y cabrones –saludó Ana a un grupo de amistades apostados frente a un plasma panorámico-. ¿Cómo va? -Sufriendo como un condenado –rió una a carcajada suelta. -¿Va bien el sistema de cámaras? -De puta madre –la recibió Darío Anglada. -Choca –puso Ana el culo y Darío lo abofeteó con satisfacción. -Las cámaras están estratégicamente colocadas y todas en HD. ¿Hay algo que no sepas hacer? -Sí, rezar. A ver, ¿cómo está nuestro pimpollo? –miró Ana el plasma donde se veía la escena sexual entre Gabriela y el inspector Balaguer. -Lo está apaleando con el coño –reía una chica. -Así me gusta. ...
... Gabriela es mi chica. ¿Se ve bien la cámara del cuarto de baño? -Sí, no te preocupes –comentó Óscar Lozano-. Ya sabemos que es tu hábitat natural. -Vete a cagar. -Claro, y luego te la comes con guarnición. -Que te jodan, Óscar. -Madre mía, esto es sexo salvaje –aulló una voz femenina. -Ani, hablemos –se la llevó Darío a un sitio más privado. -¿Desde cuándo quieres hablar conmigo? Yo pensaba que nuestra relación era puramente sexo. -Ja, ja, ja, mira cómo me río –se cabreó Darío-. ¿Por qué siempre intentáis todas ser graciosas? Ya lo sois con las bragas bajadas en los pies. -Ahora la que se ríe soy yo, ja, ja y ja, mira cómo me descojono. ¿Esto es lo que querías decirme? -Carolina sospecha. -¿Cómo dices? No puede sospechar. La dejé en el comedor comiendo mierda en forma de puré de patatas. -Eso fue hará unas tres horas. Es lo que pasa cuando se folla tanto tiempo, que pierdes la noción del tiempo. -No puedo estar en todo, Darío. Estoy en mil cosas. -Claro, follándote mil cosas. -Vale, dime. ¿Qué sabe esa zorra? -Hace diez minutos, ha follado en su cama con una confidente nuestra. Carol no lo sabía y le ha contado lo que ella sospecha y es lo que realmente sucede. -O sea, que lo sabe todo. -No he dicho que lo sepa. Simplemente lo intuye y a cada hora está más convencida. -¿Dónde está ahora? -En natación. -¿Tenemos infiltradas? -Sí, tres chicas. Una de ellas amiga encubierta de Carol. -Pues entonces habrá que tomar medidas. -¿Cómo atraemos el ratón al queso? -Muy sencillo. Dejando el ...