Víctor, el futuro médico - 10° parte
Fecha: 23/05/2018,
Categorías:
Gays
Sexo Duro
Tabú
Autor: saskatchewan, Fuente: xHamster
... “Estuvo hermosa la cogida de anoche, pero mejor ayúdame a levantar las cobijas del sofá, para que cuando se despierten los ‘chicos’ no sospechen que estuviste durmiendo conmigo.”- “Fuiste vos quien dijo claramente que debía dormir en el sofá y en medio de la noche me viviste a buscar.”- “Claro, ¿y me dirás ahora que a ti no te ha gustado, que no lo has disfrutado? Vamos, dame una mano.”Ante mi silencio ella agrego:- “Ellos saben muy bien que tú nos coges a todos, pero esta ‘travesura’ que sea un secreto entre ambos.”Nos volvimos a besar, finalizamos de doblar y guardar las cobijas y comenzamos a desayunar. Cuando estábamos finalizando, apareció Susana con una terrible cara de dormida por el comedor. Nos dio un beso a ambos, a su madre en la mejilla y a mí en la boca, y se puso a desayunar con nosotros. La mañana iba avanzando y entre los tres ayudamos a preparar una cacerola con tuco para los ravioles que almorzaríamos más tarde. Cerca de las diez de la mañana las mujeres me informan que irían a realizar algunas compras. Ravioles, en la fábrica de pastas y pan, en la panadería. Me piden que vaya despertando al dormilón de Víctor.Cuando quedé solo, subí a la habitación de Víctor y lo encuentro durmiendo boca abajo, acurrucado cerca de la pared y con el torso desnudo. Lo destapo completamente y observo que se había acostado a dormir íntegramente despojado de prendas. Su culo en pompa apuntaba hacia donde yo estaba. Lo mire durante un instante y sin pensarlo demasiado me ...
... comencé a desvestir. Ya desnudo, me acerco hasta la cama y me recuesto detrás de él, apoyando mi verga contra su cadera logrando deslizar mi brazo derecho por debajo de su cuello para abrazarlo y atraerlo hacia mí. Todavía dormido, su cuerpo gira levemente quedando de costado y fue en ese momento que pude colocar mi verga, ya semi rígida, entre ambos cachetes de su culo. Comencé a besarle los hombros y el cuello.Mis besos y caricias lo despertaron. Giro su cuerpo para enfrentarme y nuestras vergas endurecidas se encontraron y empezamos a movernos para que las mismas se froten una a la otra. No hubo necesidad de palabras. Nos besamos y en menos de cinco minutos ya estábamos cogiendo. Lo puse de frente a mí con sus piernas sobre mis hombros. Lo penetré de un solo golpe hasta el fondo de sus entrañas y gimió levemente. Durante diez minutos tuvimos un mete y saca feroz. Ambos gemíamos cada vez más fuerte, Hacíamos cada vez más fuerza, yo para hundirme más profundamente dentro de él, y Víctor empujando su culo hacia mi pelvis para ayudar a buscar la profundidad que tácitamente habíamos acordado. Cuando descargo dentro de su culo toda mi leche, pegué un grito mezcla de placer y victoria. Él, que se pajeaba furiosamente, acabo unos segundos después y también profirió un grito que sonó a gozo y agradecimiento al mismo tiempo. Me recosté a su lado y tomados de la mano, nos dirigimos la palabra por primera vez en ese día:- “¡Qué lindo despertar, Eduardo! Gocé como un putito bien caliente…”- ...