1. Mari Carmen, una madre muy ardiente 5


    Fecha: 23/05/2018, Categorías: Incesto Autor: hagen2012, Fuente: SexoSinTabues

    ... melones. -¡Bueno!- dice Mari Carmen- Tendré que hacer más comida, pensaba que llegarías más tarde…sube a cambiarte, tu hermano está arriba, supongo que estudiando. ¡Dile que dentro de poco comemos! Pili asiente y sube a su cuarto. La joven no puede quitarse de la cabeza la imagen del culo de su madre y, excitada, sube los escalones con inusitada rapidez. Pasa de largo ante la puerta de su hermano y se dirige a su habitación. Una vez a solas, cierra la puerta y empieza a desnudarse. Intenta no pensar en nada, aunque las imágenes se agolpan en su mente, imágenes de su madre, de su hermano, imágenes de desnudez, de pasión, de incesto, de sexo. Pili está cachonda y lo reconoce. En ropa interior, se mira al espejo y se dice a sí misma que está buena, que tiene un buen cuerpo, aunque su cintura no sea precisamente de modelo y sus pechos no sean muy grandes. Se quita el sujetador y deja a la vista sus tetas, firmes, jóvenes, turgentes, coronadas por dos pezones en erección de color sonrosado. Decide ponerse una camiseta tan solo. Si su madre va por la casa casi desnuda, ella también puede hacerlo. La camiseta apenas cubre sus nalgas, pero eso no le importa. Lleva unas bragas tipo tanga muy finas, y su culo, bajo la tenue camiseta, está, como el de su madre, prácticamente a la vista de todo el que quiera mirar. -Bueno, no estoy tan mal- se dice, mirándose al espejo. Mientras lo hace, casi sin pensar, se pone a acariciarse la entrepierna, a través de la tela de las finas braguitas ...
    ... negras que lleva. Nota que está caliente, que desea placer. Podría empezar a masturbarse allí mismo, pero decide no hacerlo. Se ajusta la camiseta lo que puede y sale de la habitación, dirigiéndose al baño. Quiere lavarse un poco y refrescarse, antes de comer. Abajo, en la cocina, Mari Carmen no puede contenerse. A pesar de que de cuando en cuando su mente racional toma el mando y logra detener sus ansias de sexo, la cuarentona está demasiado excitada para atender a razones. Ha sido una mañana intensa, muy intensa. Ha follado con su hijo, y se la ha chupado varias veces. El recuerdo del grosor de la polla de Pablo, de su sabor, de su olor, envenena su cerebro y la excita cada vez más. Ni siquiera la repentina llegada de Pili acalla el calor de su entrepierna. La madre está cachonda. Muy cachonda. -No puede ser- murmura para sí misma- No puede ser. No puedo volver a estar tan caliente…todavía no. Pili está en casa, puede verme. Soy su madre y no estaría bien que me viese así, tan …tan…cachonda. Pero sus argumentos no tienen peso. Mari Carmen deja de trabajar en la loza. Se sienta en una silla, se abre de piernas y se mete un dedo en el coño. Lentamente, empieza a masturbarse, cerrando los ojos y gimiendo de placer. -Aaahhh- jadea- Que bueno. Que gustooo…- gime, metiéndose el dedo hasta el fondo y sacándolo lleno de crema brillante y olorosa. Ardiendo como está, no duda en llevarse el dedo a la boca y chuparlo, tragando asi sus propios jugos. Luego, vuelve a meterse el dedito bien ...
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