1. Mari Carmen, una madre muy ardiente 5


    Fecha: 23/05/2018, Categorías: Incesto Autor: hagen2012, Fuente: SexoSinTabues

    ... corriéndose, eyaculando dentro de la boca de Mari Carmen, la cual no deja escapar nada de aquella leche viscosa y caliente, sino que se la traga toda, toda, pero toda, según va surgiendo de la verga de su hijo. -Glubs. glubs. glubs. glubs. ammmmhhh. ahhh. - gime Mari Carmen, tragando y tragando semen y más semen, hasta que su hijo deja de correrse. Pablo retrocede, suelta la cabeza de su madre y se deja caer hacia atrás, hasta sentarse en un sillón de nuevo. Su madre se lo ha tragado todo. Se ha bebido todo su semen y el joven tiene la impresión de haber sido ordeñado. Un rayo de luz solar ilumina un rectángulo de la espalda de su madre, que aún está a cuatro patas, con la boca abierta, babeando un poco de semen, mientras los restos de la corrida anterior todavía se deslizan por sus mejillas. Pablo admira la erótica belleza de aquella escena- su madre, totalmente desnuda, a cuatro patas, iluminada a media luz por el sol brumoso del mediodía- y el joven comprende que nunca dejará de desear sexualmente a aquella cuarentona que lo mira sonriente. -Bueno- dice Mari Carmen, levantándose y empezando a recoger su ropa del suelo. - Será mejor que nos vayamos de aquí y que descansemos; creo que los dos tenemos cosas que hacer, Pablo. El joven asiente. Su madre lo ha dejado agotado y su pobre polla no reacciona . Ha llegado el momento de irse y de recuperar fuerzas; además, tiene clase por la tarde. -Si, vámonos- concede el hijo. Y ambos se ponen en marcha. No muy lejos de allí, ...
    ... concretamente subiendo la cuesta que va a dar a la casa dónde Mari Carmen y su hijo tienen tan tórridas relaciones, una joven de veinte años camina con la cabeza baja, sumida en sus preocupaciones. Lleva un pantalón vaquero ajustado, que realza la redondez de su trasero, unas botas de piel marrones, y una blusa floja de color blanco, además, claro está, de sus gafas de diseño, cuadradas y muy caras. Pili no parece apreciar la belleza del día que la rodea, con un sol brillante y fresco que ilumina toda la zona, repleta de chalecitos hermosos y jardines bien cuidados. Antes bien, la joven está dándole vueltas a un extraño pensamiento en su cabeza. Un pensamiento que ha intentado apartar en las últimas horas, pero que se ha impuesto, invencible. La veinteañera tiene la sospecha, la oscura sospecha, de que su hermano y su madre están teniendo relaciones incestuosas. No lo ha visto, claro está, son solo sospechas. Pero las sospechas bastan para nublar el pensamiento de la joven, que ahora camina hacia su casa con la firme determinación de sorprender en pleno acto sexual a su madre y a su hermano. Y ese pensamiento, la imagen de ambos desnudos, follando, se ha enseñoreado de la mente de Pili y no la deja descansar. Por eso ha salido antes de clase, dando cualquier excusa a sus amigos. La realidad es que está excitada, y mucho, imaginando que va a descubrir lo inimaginable. Antes de lo que creía, llega a la puerta de su casa. Introduce la llave con lentitud y, despacio, muy despacio, ...
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