1. Por amor a la familia (día cinco - parte dos): La calle


    Fecha: 24/05/2018, Categorías: Transexuales Incesto Autor: lesliefer, Fuente: CuentoRelatos

    ... sin dejar de leer el periódico diciendo que me los llevaba puestos, lo que pareció gustarle bastante al chico, ya que me volteo a ver con una sonrisa aún más cínica, era evidente que lo gozaba, yo me estaba sintiendo un poco abusada, tomo mi otra pierna y la levanto un poco, yo aproveche y la cruce con astucia, este movimiento hizo que no lograra su cometido, pero hizo un movimiento como asintiendo con su cabeza, una sonrisa torcida y las cejas fruncidas, como diciendo “con que esas tenemos”. Me bajo con fuerza la pierna, fingiendo como que fue un error su fuerza excesiva, pero con gran velocidad, cruce la otra pierna sobre la que ya tenía el calzado, aunque no lo hacía consciente… estábamos jugando!!! Me di cuenta de eso cuando sentí mi boca sonriendo mientras le veía su cabeza agachada hacia mis pies. Me puso el otro zapato y con un movimiento casual, me abrió la pierna y la descruzo, inmediatamente junte mis rodillas asustada, no podía ser vencida, súbitamente, puso sus manos en ellas, y se puso de pie, perfectamente sentí sus manos presionándome, aunque haya sido tan solo un segundo, me volteaba a ver con una cara amenazante, como diciendo “ya veras, chamaca consentida” mientras colocaba los zapatos viejos en la caja. Mi tío dejo el periódico en la silla donde estaba con anterioridad, tomo la caja con los zapatos anteriores (que eran de mi tía) y se levantó de la silla, estiro su mano para ayudarme, la tome y me puse de pie, nos dirigimos hacia la caja y mi tío pago, yo ...
    ... evitaba a toda costa la mirada del joven, el cual muy atento, pero hipócrita para mi, le daba su dinero y agradecía. Cuando nos retirábamos tome a mi tío del brazo. Al ir a la altura de la puerta voltee hacia atrás y pude verlo haciéndome una seña con su lengua, algo extraño sentí en mi estómago, no era algo agradable, era una seña lujuriosa. Me hizo sentir muy incómoda. Caminamos si decir nada, yo sentía los nuevos zapatos como me apretaban, pero no de forma desagradable, esa sensación que te hace recordar que estas usando algo nuevo, pero en esta ocasión era algo nuevo de mujer, y era algo mío!!! Fue raro, pero muy bonito, bajamos por las escaleras eléctricas y pude ver desde ahí a tres niños en la planta baja, de unos 10 a 12 años, tratando de ver bajo las faldas de las mujeres que usábamos las escaleras, esto fue algo divertido, me dio risa verlos y cómo lo hacían descaradamente y no tenían nada de vergüenza al hacerlo, al principio imagine que me verían, pero luego recordé que yo estuve más o menos en su situación (cuando niño, tratando de ver bajo las faldas con mis compañeros) y jamás logre ver nada, así que supe que no verían nada en mi, y si lo hacían… No me molestaría. Nos detuvimos en un pequeño quiosco en donde vendían un pan delicioso, pidió algunos y me dijo que escogiera otros, la dependienta nos los entrego, seguimos nuestro camino hasta detenernos en una banca de madera fina que se encontraba junto a una fuente, la cual hacia que los sonidos de la plaza se ...
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