Casera y amante - Relatos Eróticos

Casera y amante

Ya me resultaba molesto que mi casera los días sábados que su marido no está en casa entrara a mi apartamento sin llamar aprovechando que cuenta con llave de él y el día que quise poner le fin a sus intromisiones este fue el resultado Cuando escuche que abría la puerta espere a que ya se encontrara dentro y entonces salí de la habitación desnudo y con la verga bien parada fingiendo que iba a tomar un buen baño, me mostré sorprendido por su presencia pero no hice el menor intento por cubrirme por el contrario me pare de frente con la intención de que viera mi verga de veinte centímetros meciéndose y ella solo exclamaba joven, joven pero no dejaba de mirar mi verga toda su atención estaba centrada ahí y luego de largos segundos me disculpo, perdón Rosita no la esperaba y me resulto normal salir así (señalándole mi verga) a tomar un baño, ay joven no me espante al verlo desnudo lo que me sorprendió es el tamaño, la tiene muy grande y señalando con sus dedos el tamaño de la verga de su esposo dice, la de mi esposo es así, ay Rosita que pena que su marido no la haga feliz, no joven si me tiene feliz diario me coge y hasta dos veces pero durante la charla ella fue acortando distancia mientras se ...

... estrujaba las manos y como yo también me encontraba bien caliente hice lo mismo y ya estando frente a frente tome su mano y la coloque en mi verga y ella no opuso la menor resistencia, la estaba acariciando y mirándome a los ojos expresa encontrarse ya bien caliente, ya lleve a la habitación donde después de quitarle la ropa ella tomo posición de misionero sobre la cama y no solo ella se encontraba caliente yo ya babeaba por la verga, con los fluidos de ambos mi verga se fue deslizando con suavidad y con cada centímetro que le metía ella solo repetía ay joven, ay joven, que rico, que rico y solo cambio su cantaleta cuando le llego el orgasmo, ay joven me voy, me voy y se corrió abundantemente luego de lo cual yo también lo hice dentro de ella aun a pesar de no contar con condón Ya aseada y vestida Rosita me confesó que jamás había tenido un orgasmo tan intenso ahora entiendo porque me dijo que lamenta que mi esposo no me haga feliz, su verga mide casi el doble que la de mi marido y usted si me hizo feliz y le voy a pedir dos favores el primero que nadie se vaya a enterar de esto y la segunda que siga recibiendo los sábados y me llene de felicidad lo cual hice durante los tres años que viví en su apartamento