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Me quito los Zapatos
Fecha: 26/05/2018, Categorías: Gays Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues
... y mi pecho, en una fusión del mio con el suyo. Termino con mucho placer, se le podía ver en la cara a kilómetros. Aunque yo estaba apenas volviendo en mi, no sé porqué, pero de forma muy natural, me senté y comencé a lamer su verga, sentí como de a poco perdía su dureza. Seguí lamiendo, comiendo el semen que aún brotaba. No era tan rico como el liquido pre-eyaculatorioa y la sensación de tenerlo en mi boca, tampoco era tan agradable pero, al mamarla, podía ver su cara de placer y mi agradecimiento era tal que lo limpié hasta que no salió un sóla gota más. El se recostó, terminé de mamar su verga, ya encogida y blanda, me recosté sobre su pecho. Los dos estabamos tan cansados que no dijimos nada. Cerre mis ojos y sentí su mano cariñosa frotando suevemente mi espalda. Los dos caimos en un sueño profuno, creo que habremos dormido profundamente durante un par de horas. Al despertar, el me miraba cariñoso con sus lindos ojos oscuros y mi pierna, que había quedado sobre su verga, sentía nuevamente que volvía a endurecerse, nuestros ojos sólo guiñaron traviesos y. Que más les puedo contar. Desde ese día soy el amante más fiel de la verga. Llamenme puto, maricón o lo que sea. Nada es igual, nada se le compara.