1. Un desconocido en unos servicios


    Fecha: 27/05/2018, Categorías: Gays Autor: secre123, Fuente: xHamster

    Siempre me he consideado hetero, y me siento atraído por las mujeres. Aunque no voy a negar que a veces ves a un tio y piensas "menudo cuerpo tiene". Pero es más una admiración que atracción. El caso es que también me considero alguien sin prejuicios. Tengo un amigo que es abiertamente gay, y otro bisexual. Esta historia me sucedio cuando acompañé a mi colega gay de fiesta, al que llamaré Pablo.Estabamos ya un poco bebidos, cuando en la bar musical que estabamos cambiaron la música. Y bueno, fue mirarnos y ver claramente que los dos estabamos pensando en lo mismo. "Salgamos de aquí, por favor".Así que salimos a la calle. Y como ninguno de los dos tenía ganas de irse a casa, busquemos otro local para seguir la noche. Tal y como estabamos no podíamos coger el coche, en Barcelona hay a veces hay casi tantos controles de alcoholemia como semaforos. Por suerte Pablo conocía otro buen local, bebidas no demasiado caras, buena música y no atestado de gente. Suena perfecto, ¿verdad?. Así que fuimos hacia allí.Resultó ser un bar de ambiente gay. Tras un momento de sorpresa inicial, entré acompañando a mi colega. Total, si me entra un tio le digo que no me interesa y listo.El sitio estaba bastante bien, poca luz, música no excesivamente alta, las bebidas a un precio razonable. Un buen sitio. Pablo con una sonrisa picara me advirtió que mejor no pasase por cierta puerta que estaba especialmente señalizada, "es una sala oscura, jeje". Estuvimos como 30 ó 40 minutos charlando, bebiendo y ...
    ... volviendo a charlar. Había muchas parejas de tios, y de tías tambien, algunos estaban mucho más que charlando y se pegaban un lote envidiable. No me costaba ver como a veces a Pablo se le perdía la vista observando a alguna pareja -de chicos- dandose un morreo o con similar.Solemos salir de vez en cuando de fiesta, y el modus operandi suele ser similar. Nos vamos alternando para ir a la barra a por un par de bebidas. El caso es que no me costó ver que una de las veces que Pablo se levantó a por otra ronda, estaba más duro que un poste de teléfonos. No pude evitar sonreirme para mis adentros. Él sabe que a mi los tios no me van, así que no penseis mal. No hizo ningun intento ni nada de acercarse.Tras un rato me tocó a mi ir a la siguiente ronda. Y al regresar me encontré a Pablo, con un tio rubio algo atlético. No había duda, le habían lanzado la caña y Pablo había mordido el anzuelo y estiraba el sedal a toda marcha. Cuando me miró, yo sólo asentí le saludé con la mano distraidamente y giré sobre mis talones. Dos son compañía, tres multitud. Así que apuré las dos bebidas y me dispuse a irme. Esta noche Pablo no pasaría la noche a solas seguro.Antes de irme fuia los lavabos. Tras varias rondas hay que vaciar el depósito. El lugar no estaba muy limpio, tampoco era el más sucio que me haya encontrado. Así que fue a uno de los servicios, y me hizo gracia ver varias agujeros estratégicamente dispuestos. Esto era un hole glory en toda regla. Me bajé la cremallera y comencé a mear. ...
«123»