1. Ana en la oficina de Proyectos Especiales


    Fecha: 27/05/2018, Categorías: Sexo con Maduras Autor: Anitaslut44, Fuente: xHamster

    Ana en la oficina de Proyectos EspecialesEstaba sola en casa, a media mañana, cuando sonó el teléfono.“Estoy muy caliente, quiero verte en mi oficina cuanto antes” Me dijo la voz.“Por favor, no me hagas hacer esto, me va a ver mi esposo, qué le digo?”“A tu esposo lo mandé lejos de aquí, no va a estar en todo el día” Contestó.“Puedo negarme?”. Dije casi suplicando.“Quiero que te vistas sexy, ya sabes cómo” Insistió sin darme respiro.“Está bien, como quieras” Acepté resignada.Aproximadamente una hora después entraba por ese largo pasillo que llevaba a la oficina de Proyectos Especiales. El silencio era sepulcral, solamente alterado por el taconeo de mis zapatos.La secretaria de Presidencia sonrió disimuladamente, a sabiendas de lo que iba a suceder. Yo ni siquiera me digné en mirarla; era una pelirroja con cara de puta y posiblemente mi adorado esposo Víctor ya se la habría cogido…Intempestivamente abrí la puerta de la oficina e inmediatamente me recibió la morbosa sonrisa de su único ocupante.“Aquí estoy, qué vas a hacerme?” Le pregunté fastidiada.“No te quejes, te encanta ser mi puta” Exclamó riéndose.“Ya sabes que si el trabajo de mi marido no dependiera de esto…”“Serías mi putita igualmente; vendrías aquí a coger, como a vos te gusta”“Es todo un abuso de poder, nada más que eso” Le recriminé en voz baja.“Vamos, putita, dejame mirarte bien” Dijo, recostándose en su sillón.Lo miré fijamente por unos segundos y comencé a acercarme a él. Me había vestido realmente sexy, con ...
    ... un conjunto negro breve que realzaba mis piernas; escote a la espalda y por supuesto, tacos de aguja muy altos.Llevaba un abrigo que dejé caer sensualmente mientras me acercaba. Sentía ya un poco de humedad entre mis piernas, mojando la fina tanga de seda negra que había elegido para esta ocasión.Desafiante y con los brazos en jarra me paré frente a él, esperando más.“Date vuelta, perra, quiero ver ese culo parado que tanto me gusta” Ordenó.Obedecí lentamente, dándole la espalda. Sus manos fueron directamente a mis muslos, subiendo hasta acariciar mis nalgas por debajo del vestido.“Qué culo increíble, Anita, cómo envidio al cornudo de tu marido”. Susurró.Muy despacio fue bajando el cierre de mi vestido. Yo moví apenas mis hombros, dejándolo deslizarse por mis piernas hasta el suelo.Quedaba solamente cubierta por las medias de nylon y mi diminuta tanga.Yo estaba inmóvil, me excitaba el control que este tipo tenía sobre mí…Por eso me fue casi imposible resistirme cuando me atrajo hacia él y me hizo sentar sobre su verga dura como una piedra. Pude escuchar un suave y contenido suspiro escapando entre mis labios.“Cómo te gusta sentarte en una pija bien dura!” Exclamó a mi oído.“No es verdad, me estás obligando sin darme otra opción” Retruqué.Pero tampoco intenté detener sus manos que ya se deslizaban acariciando mis pezones endurecidos por la excitación.Me sostuve del borde del escritorio, para que mi culo pudiera moverse…“Así me gusta, perrita, que muevas ese lindo culo para mí” ...
«123»