1. Buscaba perder mi virginidad a los 15 y recibí más que eso ese mismo día.


    Fecha: 29/05/2018, Categorías: Hetero Autor: Sexhoy18, Fuente: SexoSinTabues

    ... grueso pene rasgando y estrenando mi cabidad, lo sentía más duro y caliente que una piedra, me dolía, me ardía, se lo decía pero me tranquilizaba asegurando que pasaría rápido el dolor, de pronto ya no pudo meter mas, algo dentro mío se lo impidió, me dolía, quería que lo sacara, se lo rogaba, pero él me pidió aguantar un poco más. Lo sentía duro y enorme dentro de mi causándome dolor y ardor, quería que lo sacara. Él respiraba muy agitado y sudaba a chorros sobre mi. Así sin moverse por un instante empezó a lamer mis bubis para tranquilizarme, me volvía loca de nuevo con su boca, me distrajo, cedí mi cuerpo mientras lamía mis pezones y los mamaba como bebé sediento, con una mano masajeaba una bubi mientras con su boca me mamaba la otra, era un verdadero hombre experto. Y de pronto y sin aviso empujó todo su pelvis hacia mi metiendo todo su pene en mi interior haciéndome gritar de dolor -aaaaaaaay aaaaaaaaay sácala!!! Sácala por favor le pedía llorando. Él se quedó tranquilo y buscó mi boca con la suya para hacerme callar con un apasionado beso y meterme su lengua hasta la garganta. Su pene latía duro en mi interior, no se movía pero no se salía tampoco. El dolor no bajaba, pero él empezó a sacarlo meterlo lentamente, me dolía, me ardía horrible, sentía que me partiría en dos, lloraba y le pedía que lo sacara, pero él estaba como en otro mundo, había empezado a agarrar ritmo saliendo y entrando en mi vagina, empecé a sentir rico poco a poco y quizá yo aflojé mi cuerpo, por ...
    ... que empezó a moverse de afuera hacia dentro con más velocidad. Me sujetó de mis piernas subiendo las a sus hombros y sin sacar en su totalidad su grueso miembro empezó a cogerme con más y más velocidad, dudaba sobra mi, gemía, gozaba, gritaba, me decía que era lo más rico que había tenido en su vida, me penetraba con demasiada fuerza y velocidad. Pero en momentos paraba de pronto y lo hacia lento, yo empujaba mi cadera hacia arriba para recibirlo todo dentro de mi, con mis manos me tocaba yo misma mis bubis, mis pezones más duros que nuca, era el placer más grande que jamás hubiera imaginado, mientras él volvía a penetrarme con más y más velocidad haciendo que nuestros cuerpos causarán un hermoso ruido en ese lugar solitario. No podía más de placer, gemía, gritaba, le pedía que me lo diera más y más fuerte, le rogaba que me diera más fuerte, le decía su lo amaba, lo mordía en su hombros, me tenía como loca rogándole más y más placer. me venía otro orgasmo, aaaaaaaaaaaaaaaaaaaah empecé a temblar, lo abracé con mis piernas y le regalé mi tercer orgasmo, este era más grande y abundante que los dos anteriores. Al sentirlo él me jaló más hacia él y me empezó a dar con todas sus fuerzas y con toda la velocidad qe pudo. Gemía yo y gemía él, yo le rogaba parara, que me lo diera todo, me empezaba a convulsionar por el gran orgasmo, él me la metía con toda la velocidad que podía, gritaba y me decía que estaba deliciosa, que apretaba muy rico. Dio un gran grito que ahogó entre mis bubis y ...
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