Trio de Reyes (III) - Relatos Eróticos

Trio de Reyes (III)

Final de la historiaPrimera parte:Segunda parte:http://xhamster.com/user/Sissytrapboy/posts/496373.htmlChupaba como en trance, había conseguido mi premio e iba a disfrutarlo.Hans daba tironcitos a la correa y me acariciaba el pelo, susurraba en alemán. Yo no entendía ni una palabra pero aun así le deseaba más y más con cada frase que decía.Le brinde el servicio completo. Huevos, polla, garganta profunda, lamidas… Le oía respirar completamente excitado y mis pezones se estremecían. Su perfecta herramienta estaba dura como el acero, tensa, respondiendo a cada uno de mis movimientos. Era el paraíso.Y de pronto, me empujo hacia atrás. Trate de incorporarme para continuar, pero su pie se planto en mi pecho y me sujeto ahí. Su polla temblaba, sonrió jadeando. Y señalo a la cama.Javier había colocado cuatro esposas de cuero rojo en ella. Me sonreía mientras me mostraba la mordaza que colgaba en su mano. Hans tiro de la correa, me ordeno caminar a cuatro patas hasta la cama. Una vez allí, me esposo boca arriba, en cruz… Y me amordazo.-Eres perfecta.- Me dijo. -Una perrita putita. Te voy a descubrir el cielo.-Me penetro firmemente, un gañido de puta satisfecha salió de mi boca amordazada. Comenzó a moverse. Sus manos extendían aceite sobre mi cuerpecito mientras me follaba con pasión.La agradable fragancia a jazmín del aceite se mezclo con el olor a sexo salvaje de la habitación. El pollon de Hans frotaba mi próstata una y otra vez, volviéndome loca. Yo, atada e incapaz de moverme, ...

... me revolvía. La saliva caía de las comisuras de mi boca y mi pollita goteaba un líquido transparente y viscoso sin parar. Estaba en la gloria, jadeando, gimiendo…. Era su perra, su juguetito.Hans me follaba fuerte pero constante, y por un momento paro. Alce la cabeza para ver qué pasaba y vi como Javier penetraba a Hans por orden de este. Llevaba puesta una mordaza igual que yo, y un collar con una placa en la que se leía “Perro”. El mulato puso las manos en la cintura de Hans delicadamente y empezó a moverse.Y entonces grite, me revolví… Y mis últimas gotas de cordura desaparecieron. Hans comenzó una cabalgada frenética. Mi cuerpo estaba poseído por el placer. Creo que me corrí, pero no lo recuerdo. Todo era un borrón de lujuria, placer y gemidos. Javier me había follado como un a****l, pero Hans me follaba como una bestia.Gemía, gritaba, me revolvía… Note como Hans se corría con brutales embestidas. Me corrí como nunca me había corrido, arqueando mi espalda en una explosión de luces rojas y blancas ante mis ojos. Y ahí fue donde perdí el sentido.Desperté desatada, sin la mordaza, me habían desnudado completamente excepto por el collar y estaba cubierta delicadamente por una sabana. Me sentía como si mi cuerpo fuera de otro y el culito me palpitaba.Hans estaba sentado a mi lado, de Javier no había ni rastro.Acaricio mi pelo.-Ha sido increíble, Lucia.-Sonreí, le devolví el cumplido. Hans me cogió de la mano y me condujo al baño como si fuera la muñeca de porcelana más delicada ...