1. La puta de mi hermana


    Fecha: 27/09/2017, Categorías: Incesto Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    La puta de mi hermana La historia que les relato sucedió al final de las vacaciones de verano. Mi hermana menor vino a visitarme, ya que ella vive en la capital del país, mientras que yo radico en uno de los estados más tranquilos de la República Mexicana. Comenzare por describir a Marisela, que así se llama. Ella es alta, ha de medir 1.77 aproximadamente; tiene unas tetas medianas, pero unas caderas y unas nalgas que provocan que todo el que la ve tenga que voltear para apreciar de nuevo esa carne. Siempre ha sido de buen tomar, y aquella noche no fue la excepción. Cuando llegué el trabajo, ella ya me esperaba junto con unos amigos y amigas a los que había invitado desde hacía varios días. Con ellos jugamos a las cartas y algunos otros juegos de mesa, pero conforme pasaba el tiempo e íbamos perdiendo, teníamos que tomar más, según fuera el caso o la imposición del que castigaba. A las 2 de la mañana los amigos s retiraron y nosotros nos dispusimos a dormir. Siempre ha sido normal que nos veamos en ropa interior entre hermanos, pero aquella noche no fue igual a las demás. El alcohol había provocado ciertas reacciones en los 2. Yo siempre le he tenido ganas a mi hermana, pero nunca me he atrevido a decir o hacer nada por miedo a que pudiera pensar mal y se alejara de mí. Pero aquella vez las cosas no fueron así. Lavándonos los dientes ella pasó cerca de mí y rozó sin querer mi verga, la cual por el estado y la poca ropa que llevábamos comenzó a reaccionar. Ella se dio cuenta, ...
    ... pero no dijo nada y se hizo la disimulada. Cuando terminamos me preguntó si quería ver una película y le dije que sí. Parecía que era de ciencia ficción, pero era más porno que nada. Mi hermanita de 25 años me estaba dando una agradable sorpresa. Fue entonces que voltee para mirarla, pero mi sorpresa fue más grande al notar que se masturbaba por encima de la ropa. Eso provocó que me sonrojara, pero le seguí el juego, no sabía hasta donde podía llegar y en caso de hacerlo bien tendría una recompensa que había buscado desde hace tiempo. Yo no lo dude y me di a la tarea de quitarle la blusa para observar el perfecto conjunto interior que llevaba. Eso hizo que me pusiera duro como una piedra, cosa que ella notó de inmediato. Dejé de hablar y comencé a sobarle todo el cuerpo. Tenía las tetas muy firmes y sus pezones ya estaban duros. Pasé un dedo por debajo y la humedad ya estaba presente, por lo que comencé a quitarle la ropa interior. Ella me ayudó y en un dos por tres ya estaba desnuda y lista para mí. Decidí comenzar por comerle esa panochita tan rica que tiene. MMMMMMhhhhhh!!!!!! Que ricura, le decía cada que retiraba mi lengua. Mari se pasaba las manos por el cabello y gemía como puta en celo. En ese momento me propuso hacer un 69, cosa que acepté de inmediato. Sus labios comenzaron a recorrer mi verga. Primero le dio un chupetón y después con su lengua hizo que se pusiera más dura que nunca. Es una experta mamadora. Ya me había contado como dejaba a sus novios, pero ahora ...
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