1. Mi abogada es la que manda.


    Fecha: 31/05/2018, Categorías: Fetichismo Masturbación Sexo Duro Autor: Salvatore3384, Fuente: xHamster

    ... respondí, que si yo mal no recordaba tampoco, habíamos coincidido ayer en el gimnasio. Todo esto se lo dije mientras veía que ella me estaba escaneando de pie a cabeza, y no disimulé, yo también la recorrí. Una minifalda roja sobre sandalias de tacón rojo, sus pies eran perfectos, y sus pantorrillas ricas sostenían unos muslos que me hicieron agua la boca, las caderas y las nalgas, y las vi porque ella no dudo en disimular una vuelta, pude ver su escote con una blusa que dejaba ver su sostén negro y una chaqueta negra.Se suelta el moño que tenía con un bolígrafo, me invita a sentarme y ya para este momento fue lo mejor, porque yo ya volaba, mi erección ya había despertado y estaba a millón. Se hace una cola como la del día anterior, yo tragaba grueso. Se acercó al auricular y le indicó a su secretaria que no la m*****ara de ninguna manera y que cancelara el resto de las citas, cerrando la orden con un contundente “No estoy para nadie”. No dudó en sentarse frente a mí justo de mi lado del escritorio en una esquina de la mesa, cambiaba sus piernas mientras leía y comentaba; en cada cambio tenía justo en frente el medio de sus piernas muy poco cubiertas y noté su ropa interior negra en varias oportunidades. Se veía una enorme cosita rica, abultadita y carnosa, porque ella no era discreta al abrir sus piernas y su falda era tan corta como la hubiera soñado. Al terminar de leer, dio unas conclusiones que de verdad no escuché.Entramos, con toda la tensión sexual que había en el ...
    ... tema del pago, y cuando le abordé me mandó a hacer silencio poniendo su dedo en mi boca, la cual acariciaba suavemente mientras dijo: - “Te cobraré una cuota especial, de ese trozo que tienes entre las piernas y que me quieres meter desde que llegué ayer al gimnasio, te vi, y eso me calentó demasiado. Así que prepárate para pagar, el caso está ganado y yo muy muy mojada, de aquí no sales hasta que me des tan duro como nunca le has dado a ninguna, la perra que buscabas está aquí.” Todo esto lo dijo mientras me soltaba la camisa lentamente, la correa y el pantalón. Con una rapidez única, retiró todas las cosas de su escritorio para abrir espacio, y no dudé en tomarla por la cintura y apretarla contra mí, nos fuimos besando como si nos tuviéramos hambre, y sí, besa como si te fuera a comer pero muy rico, sus labios carnosos y una lengua que sabe lo que hace, nos estábamos comiendo literalmente. Ella sin ningún pudor me apartó un poco y aun con la falda puesta, metió sus dedos entre su tanga y se tocó la vagina, sacó sus dos dedos muy húmedos y los puso en boca para que probara su sabor, parecía como una droga, me enloqueció, y de inmediato comencé a lubricar. Le quité la chaqueta, y mientras le besaba su cuello con ese olor delicioso, y sus hombros, le recostaba todo mi paquete súper duro en su mojada entrepierna, con un vaivén que ella estaba disfrutando, ¡Se estaba masturbando con mi paquete! A la blusa le arranqué los botones y se la quité. En eso quedó al aire su sostén negro ...
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