Manuela (10)
Fecha: 01/06/2018,
Categorías:
Hetero
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
Un taxi me lleva los ochenta kilómetros que hay desde Almería a Mojácar, un lugar turístico que conocí hace años y que por lo que veo no ha crecido demasiado. El Parador de turismo está situado en la playa, al pie de la pequeña montaña en la que está el pueblo. Es hora de cenar y decido hacerlo en el restaurante del hotel. ¿"Luis?, pero ... qué casualidad, mira que coincidir aquí. Cosme, amor, es Luis, mi ex-marido" Bueno, sí; hasta ahora no he creído oportuno contar que soy divorciado. Estuve casado con Rosa seis años, seis largos, aburridos, tediosos y mal follados años. Nos casamos muy jóvenes, poco más de veintiún años cada uno y todavía hoy me pregunto que hacía yo casado con una mujer a la que probablemente ni siquiera quería. Quizás el que su familia me introdujera en los ambientes periodísticos (mi actual jefe es su tío, la familia es dueña de varios e importantes medios de comunicación y mi ex-cuñado es uno de mis mejores amigos y afamado colega) influyera, pero nada más, apenas nada nos unía después de un tedioso noviazgo. "¡Rosa!, cuánto me alegro. ¡Qué sorpresa!" Ante mí está una mujer con la que estuve casado, pero en realidad no la conozco. La expresión de su cara, el maquillaje, su ropa juvenil, la manera de hablar y desenvolverse, hasta el color ¡blanco! de su pelo me es desconocido. ¡Qué cambios!. "Mira Cosme éste es Luis, te he hablado mucho de él". Mientras Rosa me da dos besos, coge mi brazo, me envuelve en una vaharada de denso perfume, se pone a hablar ...
... acerca del mar y me dirige al comedor, consigo apretar la mano extendida de un amable caballero, bajito, renegrido, de más de sesenta años, que está tocado con un gran sombrero blanco de los que sólo se ven en las películas de vaqueros. "Soy Cosme, el marido de Rosa. Nos casamos hace tres meses en Brasilia". La cena es tremendamente agradable gracias a la simpatía del marido de Rosa y a las anécdotas que cuentan ocurridas en los más de dos meses que llevan recorriendo la geografía española. Sigo sorprendido ante la actitud y forma de estar de mi ex, en nada se parece a la mujer seria, tímida, traumatizada por todo e incluso antipática que yo conocí (¿?). Cerca de las dos de la mañana Cosme nos deja ("por favor, sigan juntos. Yo me canso mucho y ya debo irme a la cama; por supuesto, mañana comemos juntos") y ante dos nuevos gintonics ("ahora bebo y fumo, ya ves") Rosa me cuenta aspectos de su vida en los últimos años. "Tras nuestra separación marche a Brasil a casa de mi hermana donde estuve muchos meses descansando e intentando indagar en mí misma, decidiendo qué hacer de mi vida. La solución llegó de una manera algo extraña pero cambió por completo mi forma de pensar, mi filosofía de vida. En una concurrida fiesta estuve bailando con dos jóvenes agradables, tomé unas copas con ellos y hacia el final de la noche ambos estaban expectantes por ver con quién me iba a la cama. Según les intentaba explicar que no me apetecía acostarme con ninguno de ellos me llevaron a un oscuro ...