Anita y el primo de su primo - Relatos Eróticos

Anita y el primo de su primo

Anita y el primo de su primoAl cumplir el primer aniversario de nuestro casamiento, salimos a cenar a un lugar muy romántico y después, en lugar de volver a casa, nos fuimos a un hotel. Champagne, luces tenues, música suave, todo muy sensual, todo listo para gozar.Ana empezó a chupármela muy despacio, durante un rato largo, aunque no quise que me hiciera acabar. Después yo le comí la conchita, arrancándole su primer orgasmo. Y así como estaba, muy caliente y muy excitada, me montó y comenzó a cabalgar sobre mi verga dura, muy lento, con expertos movimientos, mientras yo le lamía y acariciaba esas tetas increíbles que tiene.Estábamos gozando mucho, como nunca, hasta que Ana, extasiada de placer, me susurró entre gemidos: "Amor, tengo que contarte algo".Fue como si tocara una llave y me pasara electricidad a través de la pija. Me excité todavía más, porque me imaginé por dónde venía la mano."Anoche estuve con Javier, el primo de mi primo Fernando".Ahí mismo tuve que hacer un esfuerzo muy grande para no acabar."Por eso anoche llegaste tan tarde? No habías salido con tus compañeras...?".Mi todavía flamante mujercita negó con la cabeza, con cara de picardía."Quiero que me cuentes todo", le dije mientras la ponía boca arriba y la penetraba con todas mis ganas."Sabía que ibas a querer que te contara todo, mi amor", dijo Anita con los ojos en blanco de placer, seguramente recordando la cogida que le habría pegado el primo de su primo la noche anterior.“Tenía ganas de empezar a ...

... festejar nuestro aniversario cogiendo desde el minuto cero, por eso lo llamé a Fernando para que le avisara a Javier y que pasara a buscarme por el trabajo. Así podía estar con él toda la noche, para que a la medianoche tuviera su verga adentro mío".Al escuchar su relato no me podía explicar lo que me estaba pasando en la pija. Sentía que estaba por explotar en cualquier momento.“Javier me pasó a buscar con el auto y teniéndolo en el asiento de al lado no pude aguantar hasta llegar al hotel. En un semáforo, sin decirle nada, le empecé a frotar la pija por arriba del pantalón. Obviamente se le puso bien dura como me gusta en un segundo. Liberé esa hermosura de verga que tiene y se la empecé a chupar muy, muy rico, hasta que lo sentí acabar dentro de mi boca..."Ahí sentí la necesidad de sentir mi propia verga más adentro de mi mujer. Me senté en el borde de la cama y la hice montar a Ana, dándome la espalda. Empezó a saltar sobre mi verga como una mujer poseída.“Apenas entramos a la habitación me arrojó sobre la cama y me arrancó la ropa a manotazos. Me penetró de una embestida directa, que me hizo ver las estrellas, porque mi conchita no estaba muy lubricada. Empezó a cogerme con todo, como un verdadero salvaje. Le dije que se detuviera, que quería tenerlo bien adentro pero en cuatro, al estilo perrita. En un segundo me dio vuelta y siguió cogiéndome con todo, pidiéndome que le dijera que era su primo favorito y que me encantaba la manera en que me cogía".Tuve que desmontar a Ana ...