1. Inicio con bajón, cierre grato y placentero.


    Fecha: 02/06/2018, Categorías: Infidelidad Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    ... incursión en la parte interna de sus piernas y, no demoró en alcanzar la concha. La sentí en estado avanzado de humedad. Los besos se convirtieron en porfía de lenguas y manoseos indecentes. Cuando la temperatura había subido más allá de lo “aguantable” acometí, con delicadeza, la tarea de desnudarla, quitada la remera sólo el corpiño le “defendía” las tetas de tamaño apropiado. Me deshice de él y me entretuve un buen tiempo, chupando y lamiendo ambos pezones. Ahí comenzó exteriorizar su disfrute: -¡Siii, …. ¡Mmmmm!- La acosté, quité la pollera y la bombacha. Me paré para desvestirme, ella aprovechó para abrir la cama y cubrirse con la sábana. -Me da vergüenza que me veas- se justificó. Me deslicé a su lado, le dí un nuevo beso en la boca que devolvió con vehemencia. Reanudé las caricias en los pechos, la barriga, las piernas que ya había doblado en V y abierto a más no poder. Gimiendo, manoteó mi verga templada y murmuró: -¡Que buena que está …. para chuparla!- -¡Nada de eso hoy, otra vez será, quiero entrarte ya – y fui subiendo encima de ella. Le presenté mi miembro a la entrada de su cueva: -Aflojate y mirame, Sole mientras te voy entrado …. Estás hermosa – Dilató las pupilas y se estremeció al percibir la cabeza ingresando. Movió, hacia mí su pelvis e hizo que la penetrara por completo: -¡Ahhhhh …. Grandiosoooo! - Ahí empecé el entra y sale, a cogerla despacio. ...
    ... Unas pocas embestidas, me descontrolé y aceleré el pistoneo. Sole empezó a gritar: -¡seguí, seguí …. no pares por favor! …. ¡Hacémela sentir toditaaa! – Le tapé la boca con una mano. Por “si las moscas”, el marido hizo un despiole de aquellos por un gol, cuál sería su reacción al encontrarnos hechos un amasijo de carnes. Sole se calló, salvo gemidos, suspiros y exclamaciones susurradas. De pronto fue presa de agitación, de una convulsión intensa e involuntaria de los músculos del cuerpo : -¡Ahhhhhhhhhhh …. Diossss míoooooooo. Me hiciste acabarrrr- en voz alta y ronca de goce. Fue mi turno de soltar semen, con profusión, en su concha. Acabé a los gruñidos de placer. Me dejé caer a su lado. Volteó el cuerpo y comenzó a besarme y acariciarme el torso, sin parar -¡Gracias, Juancito! Hace siglos que no experimentaba un orgasmo. Fue hermoso- Le respondí: -Gracias a vos, Bambón, me encantó cogerte- Tuve la sensación que mi miembro pretendía empinarse de nuevo. Fueron sólo ganas e ilusión, a mi edad la recuperación es lenta. Además la prudencia indicaba que no podía demorar más mi regreso a casa, so pena de no poder justificar la tardanza. Me vestí, ella se cubrió con una bata y nos despedimos con un beso y la promesa de réplica: -¡Gracias de nuevo, Juancito. No te pierdas, ehhhh!- -Para nada, tenemos muchas asignaturas pendientes – le dí una última palmada en los glúteos y me fui. 
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