Visita inesperada - Relatos Eróticos

Visita inesperada

Era jueves por la noche, apenas unas horas atrás te había comentado leía unos reportes. Una copa de whisky y un poco de música ayudaban a relajar el ambiente. Tocaron a mi puerta y al abrir: tremenda mujer con tacones, minifalda sexy, un exquisito escote y una mirada lasciva. Era todo lo que te acompañaba. Sin mediar palabra y con una excitante seguridad me empujaste hacia el interior del departamento. Al topar con un mueble, hábilmente tus manos se deslizaron hasta desabrochar primero el cinturón, bajaste el cierre, te pusiste de rodillas y al deshacerte de todo lo que te estorbaba clavaste la mirada en mi miembro, tus labios se abrieron y engulliste la cabeza de mi falo, conforme tus labios y lengua ejecutaban su magistral labor mi firmeza estuvo a disposición de tus manos, de tus labios, de tu lengua. Atiné a tomarte del cabello, solo acariciándote y permitiendo impusieras el ritmo. De vez en cuando la sacabas de tu boca y lamías los testículos como si fuera el mayor de los regalos. En más de una ocasión tu mirada se cruzó con la mía. Llegó el punto en que no aguanté más y descargué todo mi placer en tu boca. Bebiste todo sin derramar una gota, tu cara de lascivia se transformó en una de satisfacción. Sin duda, tuve que recompensarte con creces...