Vacaciones con mi novia y mi prima (Primera parte) - Relatos Eróticos

Vacaciones con mi novia y mi prima (Primera parte)

Un mes de vacaciones que iba a aprovechar para estudiar y casi termino de director de cine con dos grandes actrices, mi novia y mi prima. Mi madre y su hermana, mi tía, siempre han estado muy unidas. Se llevan un año y medio de edad y por circunstancias de la vida y la mala suerte, mi abuelo murió muy joven y mi abuela tuvo que enfrentarse a criar a tres hijos ella sola. Mi tío cuando pudo encontró un trabajo en otra ciudad, pero mi madre y mi tía se quedaron con mi abuela trabajando y sobreviviendo como podían, así que las adversidades las unieron para salir adelante, por suerte mi padre y mi tío cuando se conocieron congeniaron enseguida e incluso estuvieron trabajando en la misma empresa. Esto nos lleva a que nuestras familias están muy unidas, y desde muy pequeño he estado también muy unido a mi prima con la que apenas nos separan un par de años de edad. Cuando a mis padres o a mis tíos le preguntaban que para cuando iban a por la parejita contestaban que ya la tenían porque mi prima y yo siempre estábamos juntos. Naturalmente con el tiempo, aunque mis padres y mis tíos seguían haciendo cosas juntos mi prima y yo nos fuimos distanciando, a cierta edad no te apetece ir con tus padres de cena o un fin de semana a un viaje, luego los amigos, los estudios y demás cosas que afectan a tu vida también te hace ir por caminos distintos y ya solo nos veíamos en la cena de Navidad unas cuantas horas. Mi prima y yo nos convertimos en auténticos desconocidos. Todo lo que estábamos ...

... unidos de pequeños se fue desvaneciendo con el paso de los años y nos hizo alejarnos el uno del otro. Una de las últimas veces que la vi me llamó la atención lo canija que estaba, y no era por anorexia, comía más que nadie, solo que era muy canija y tenía unas tetas muy bonitas y grandes, o tal vez por ser tan delgada aparentaba tener más pecho, y eran naturales. Lo único que la afea un poco es que tiene una nariz aguileña que desentona con su cara tan fina y unos ojos enormes. Yo tenía unos veinticinco años, era verano y en mi trabajo la cosa no iba bien y mis padres me conminaron a estudiar y a presentarme a unas oposiciones. Mis padres y mis tíos decidieron alquilar por un periodo de un mes una casa rural maravillosa, estaba construida en la ladera de un monte y tres de los cuatro dormitorios estaban abajo. El primero era el mío, luego el de mi prima, a continuación, el baño y por último el de mis tíos, el salón, cocina y aseo en la planta principal y unas escaleras te llevaban a un cuarto dormitorio que estaba en la planta de arriba, ese se sorteó y les tocó a mis padres, y lo principal, barbacoa y piscina, apartada y con vistas al mar por delante y a los montes circundantes por detrás. El lugar fabuloso, y para estudiar mejor que nada, solo se escuchaba el canto de los pájaros. En mi dormitorio tenía un rincón con una mesa para estudiar delante de la ventana, por donde veía el mar a lo lejos y unos amaneceres de película. Yo tenía a mi novia que la quería con locura. ...