1. Todo por un robo me cogieron mis hijos


    Fecha: 04/06/2018, Categorías: Dominación Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    Estábamos mi esposa, mis hijos y yo llegando a la casa de campo en Cuernavaca, cuando los señores que nos cuidan la casa nos dijeron que últimamente habían muchos asaltos a las casas, que tuviéramos mucho cuidado en las noches, porque los asaltantes eran una pandilla de diez sujetos peligrosos. Yo no les tome mucha importancia, pero mi mujer si puesto que ella es muy nerviosa, y se cree todo lo que le dicen. Pasaron dos días de estar en Cuernavaca y a mi esposa le llamaron de su oficina, (ella es abogada) para solucionar un caso de una demanda a una empresa importante, así que muy a su pesar tuvo que regresar de nuevo a la Ciudad de México, se llevo la camioneta y me dijo que regresaría lo más pronto posible. Se quedaron mis dos hijos (Sebastian de 19 muy alto, mamado y algo bronceado y Donovan de 17 un poco mas bajo que su hermano, menos mamado, pero con buen cuerpo y mas blanco que su hermano) conmigo porque no se querían ir a la ciudad todavía, puesto que eran las vacaciones de semana santa. Así que nos quedamos, jugábamos en la alberca y en la cancha de tenis que había en la casa. Pasamos dos días descansando, mi esposa me llamaba cada noche para saber cómo estábamos y como la estábamos pasando y me decía que iba a tardar unos días más que lo previsto porque su caso estaba muy difícil. Al terminar esa llamada cada quien se fue a su recamara a descansar, pasaron unas dos horas (aproximadamente era la una de la madrugada) cuando me despertó el ruido de una ventana ...
    ... rompiéndose, yo pensé que era un raterillo sin importancia, y decidí bajar con una pistola para espantarlo. Mis hijos salieron casi al mismo tiempo que yo, pero les hice la seña de que se quedaran ahí, pero Donovan y Sebastian bajaron después de mí, mi sorpresa fue grande al ver que eran diez sujetos, queriendo llevarse las cosas de la casa. Yo dispare al aire y ellos se me quedaron viendo, les dije que se largaran o llamaría a la policía, ellos se empezaron a reír y me pusieron una pistola en la cabeza, diciéndome que soltara la pistola que traía en la mano. Lo hice, pero muy a mi pesar, y es que los hijos de la chingada se llevaron una pantalla de 70 pulgadas, un estéreo, las consolas de videojuegos de mis hijos, y algo de las joyas de mi mujer. Al cabo de unos veinte minutos, estábamos mis hijos y yo amarrados juntos, en el piso, uno de los delincuentes comenzó a hablar con los otros y ellos comenzaron a reírse de nosotros. Yo les dije que ya tenían todo lo que querían, que se largaran de la casa y que nos dejaran en paz, que no hablaríamos a la policía, pero que nos dejaran, entonces uno de ellos (me imagino que era su líder) dijo algo que nos perturbo, dijo que siempre que robaban una casa, se follaban a todos los que estuvieran en ella, y que íbamos a ser los afortunados en ser violados por ellos. Yo les decía que estaban locos, que se fueran a chingar a su madre, que a mis hijos no los iban a tocar y que no lo iba a permitir. Entonces los hijos de puta nos separaron, nos ...
«123»