1. A mi sobrina le encanta cabalgar la reata


    Fecha: 04/06/2018, Categorías: Masturbación Voyerismo Tabú Autor: Arandirelatos, Fuente: xHamster

    ... tiradote en el sillón viendo televisión, sin importarle lo que pasa con sus hijas. Valiéndole madre, en una palabra (bueno, en realidad en dos) lo que va a ser de ellas.Bien, pues, aprovechando que en el cuarto de Yesenia aún hay muchos muñecos de peluche (recuerdos de su niñez pasada), se me ocurrió esconder la cámara entre un montón de ellos.Poco después le dije a mi madre que, si quería, la llevaba al mercado; así, bien sabía, la chiquilla actuaría a sus anchas al ver que su abuela estaría fuera de casa. Mientras salimos mi madre y yo, el inútil de mi hermano, como era habitual, permaneció echado en la sala, viendo televisión, sin preocuparse por lo que su hijita hiciera en su habitación. A él le valía si llevaba a un chamaco a su cuarto.Ya por la noche, aproveché que Yesenia había salido a un concierto para entrar a su cuarto y recoger así la cámara.En mi departamento, ya en privado, comencé a checar lo que el aparato había capturado. En efecto, mis suposiciones habían sido ciertas y mi sobrinita aprovechó la ausencia de su abuela para llevar un chico a su cuarto, sin embargo, no se había tratado de su novio Martín.Aquel chico del video (según me pude enterar por la conversación que en la grabación sostenían él y mi sobrina) era un amigo de Martín quien le había ganado una apuesta. Según entendí, su premio consistía en poder metérsela a la novia de su amigo (o sea a Yesenia) unas veinte veces. Es decir que aquel joven moreno se la metería a mi sobrina con el permiso del ...
    ... novio, pero no se la tiraría libremente, sino que las metidas estaban contadas.Mientras veía tales imágenes, no me podía creer con qué facilidad la muy putilla de mi sobrina obedecía al pendejo de su novio dejándose usar por aquel otro chico. Después de encerrarse con él en la habitación, y sin importarle que el vago de su padre estuviera acostadote a un par de metros de allí, Yesenia se recostó sobre su cama, se desabrochó cinturón y pantalón, y elevando sus piernas se las descubrió hasta las rodillas. Luego las flexionó sobre su pecho y también hizo a un lado su ropa interior, dejando su sexo respirar al aire libre (¡la muy golfa llevaba una tanguita minúscula!).El chico, trepándose en la cama, se colocó panza abajo frente a ella y comenzó a lamerle su delicada pucha.Le dio varias relamidas antes de voltearla y dejar a Yesenia en posición de perrito atropellado con el culito bien parado.—Prométeme que no le contarás a nadie de esto, mucho menos en la prepa –mi sobrina le pidió¬ al chico y éste hizo un juramento entrelazando su dedo meñique con el de mi sobrina.El chamaco aquel se bajó la cremallera del pantalón y (siendo honesto, para mi asombro) sacó una vergota larga (por lo que pude notar, parecía que procedía de ascendencia negra, pues, además del tono de piel, estaba bien dotado). Yesenia ni se inmutó de tan tremendo aparato, así que supuse que ya había visto otras falanges como esa.Después de hundir su cara en la panocha de Yesenia (tratando de dejar bien lubricada la ...