Retrato en el Restaurant
Fecha: 04/06/2018,
Categorías:
Transexuales
Autor: STARCOWBOY, Fuente: SexoSinTabues
Regresó con su fresco aroma acentuado. Se sentó directamente en mis piernas y me miró a los ojos. ¿Y? Nada, primero le sostuve la mirada. Le toque los labios con el dorso de mi mis dedos. La besé despacio, pero ella no se contuvo y metió su lengua, no se convirtió en beso apasionado aquello, se convirtió en verdadera lujuria. Sentí que mi verga escurría. Se me ocurrió llevarla a un hotel, pero ella tenía otro plan. Se levantó y me dijo al oído: "soy transexual". La verdad ya había visto yo a las shemales o trannys en internet, pero no tenía mayor idea de que o como sería tener sexo con algun@ de ell@s. Ni idea. A mi me gustan todo tipo de mujeres y por fortuna he tenido algo de suerte en cuestiones de "sexo consensuado" con ellas, o sea que siempre he aflojado el cuerpo, no vaya a ser que se sientas despechadas y para que os cuento. Un amigo me dice que soy más fácil que las de multiplicar. En esa ocasión estaba platicando con unos amigos en un restaurant, cuando vimos entrar a tres damas que simplemente se veían "dress to kill". Comenzamos a bromear acerca de si alguno de nosotros era muy macho como para abordarlas. Pero nada, nadie se atrevió. Aunque tuvimos plática por algunos minutos. Iban con pequeños vestidos y medias negras, las tres mostraban algo de más por aquellos escotes. Nuestras miradas iban y venían hacia su mesa, pero como dije: nada de nada. Ya me nos íbamos pero me regresé al baño, entonces el mesero me dio una servilleta de papel con una boca de lipstick. ...
... Me hizo un gesto mirando hacia la mesa donde estaban todavía las ladies. Salí con los amigos y les dije que quería caminar, así que me despedí. Pero lo que hice fue regresar al restaurant y mientras caminaba iba pensando como hablarles. Lo único que se me ocurrió fue acercarme y decirles que estaba yo buscando una boca que se me había perdido. - ¿Boca? ¿Qué boca? -preguntó una de ellas, creo que era muy mayor a las otras dos, como de cuarenta, pero era bella también. Era rubia, las otras dos de melenas oscuras, como de veinticinco. - Ésta. -dije mostrando la servilleta. Las tres rieron, pero sólo una de ellas se ruborizó. Muy observador que soy yo. Si era la mayor. - ¿Tienes prisa? ¿Por qué no te sientas? - me dijo una de la más jóvenes. - ¿Y tus amigos? - preguntó la otra joven. - Bueno ... - Ah, egoísta, reviró la chica. - Bueno ... - Bueno, el pescado que comimos. -dijo la rubia. Me hicieron lugar en la mesa, quitaron sus bolsos de la silla para que me sentara. Tardé varios minutos en tomar el control ya que ellas hablaban con mucho desparpajo. Pero entré en confianza y lo único que pensaba era dejarme llevar. Tal vez sería mi día de suerte. Las dos chicas se levantaron y se despidieron. - Tienen cita -dijo la rubia. - Yo soy toda tuya. Así o más claro. Otra vez empecé a titubear, las chicas eran muy muy bellas y aunque la mayor no se quedaba atrás, la verdad ni siquiera había tomado partido. Bueno y ¿por qué no todas para mí? Era mi día de suerte, pero no era para tanto. ...