1. Noche espontanea


    Fecha: 08/06/2018, Categorías: Sexo en Grupo Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... pantalón y sacaba mi falo. Tomé su cabeza y la dirigí hacia abajo, sentí sus labios besarlo y abrirse para chuparlo completo (le encanta llenármelo de saliva). Sentí sus dientes oprimirlo suavemente por los lados y su lengua lamerlo desde los testículos hasta la punta varias veces cual caramelo, después sus labios lo oprimieron desde la base y comenzaron a subir y bajar sobre él, como siempre primero comenzó despacio y aceleró poco a poco el ritmo. Carlos la tomó por la cintura e intentó bajarle el pantalón, ella levantó un poco la cadera y él los bajó completamente al tiempo que ella le ayudaba con las bragas, bajándolas también hasta los tobillos y sin dejar de chuparme. Karla retiró su boca de mi pene cuando Carlos la penetró, la tomó por la cintura y empezó a bombear con su miembro; ella me abrazó gimiendo y me susurró que se la estaban cogiendo, su voz era interrogante y temblorosa, la abracé con más fuerza afirmando con la cabeza, acerqué su cabeza a mi pecho y la besé en el rostro. Tomó mi pene y me masturbó mientras nos besábamos. Carlos la gozaba y la hacía gozar susurrando no sé cuántas cosas. Karla oprimía mi pene con fuerza gimiendo cada vez más y pidiendo más, le indiqué que se girara ahora hacia él y cogí su cintura para acercármela más; respingó las nalgas para facilitármelo. Carlos apretaba sus senos y Karla jalaba hacia sí su miembro, yo tomé mi pene y busqué a ciegas la entrada de su jugosa vagina, empujé un poco y resbaló hacia dentro fácilmente. Estaba ...
    ... muy húmeda y comencé a entrar y salir de ella. Una vez más gemía. Él acariciaba sus pechos y ella volvía a quejarse de gozo al sentir mi firmeza golpear en su interior; con firmeza empujé su cabeza hacia el erecto miembro de Carlos, el cual introdujo de inmediato en su boca para mamarlo. Yo podía sentir lo jugos de Karla escurrir por mis testículos y por mi pierna, me llenaban más cada vez que se lo metía; escuchaba sus gemidos y su agitada respiración mientras su boca besaba aquel falo. Se incorporó un poco y estiré mi brazo para sentir uno de sus senos ya que el otro lo acariciaba Carlos; con mi otra mano acariciaba cada parte de su cuerpo, oprimía su cintura, sus piernas, sus nalgas, con mis dedos acaricié por un momento su ano que también estaba húmedo y cálido. Una vez más él la solicitó. La giramos y volví a tomar su cabeza bajo mi ombligo, aunque ya no fue necesario insinuárselo, le gustaba el juego y cooperaba de maravilla. Ahora él hurgaba dentro de ella, buscaba también lo más profundo de su caliente sexo y ella gemía mientras me lo chupaba. Tenía la sensación de que en cualquier momento escurriría todo lo que guardaban mis testículos. De vez en vez Karla se incorporaba un poco para respirar libremente, regresaba a acariciar con su lengua mi pene y mis testículos, y yo acariciaba sus senos y sus piernas. La giramos un par de veces más, siempre en la misma posición, disfrutando también de sus gemidos y de los ruidosos quejidos que emitía con ambos. Finalmente escuché a ...