Soy Pedro, el vigilante 3 - Relatos Eróticos

Soy Pedro, el vigilante 3

... poner dura en mi boca y la polla de Jorge se ponía dura también en mi mano, yo estaba agachado chupando la polla de Ricardo y sacando mi culo hacia fuera Noto como Jorge se ubicaba detrás mio y me empezaba a hacer entrar su polla en mi culo mientras las chicas se daban placer mutuamente con sus besos y caricias, la verdad hay que decirla, estaba en la gloria con una polla en mi boca y otro follando mi culo, al rato le dice Ricardo a Jorge de cambiar y ahora estaba con la polla de Jorge en mi boca y Ricardo dando cuenta de mi culo que me lo follaba con muchas ganas, yo gemía al igual que las chicas que se estaban comiendo los coños la una a la otra y a mi me estaban follando como loco, Jorge me tenía cogido de la cabeza haciendo que su polla entre y salga de mi boca y Ricardo me había cogido de la cintura moviendo su polla para adentro y para afuera de mi ojete, era un delirio de placer, yo me empecé a acariciar mi polla mientras me follaban los dos, sentía que me iba a correr en cualquier momento Yo sentía la polla de ...

... Jorge entrar y salir de mi boca mas y mas rápido y la polla de Ricardo fuerte y rápida salir de mi ojete y sabía que nos íbamos a correr los tres, las chicas se revolvían en la cama lamiéndose todas, mas que gemidos eran gritos de placer, hasta que siento como la polla de Jorge empieza a llenar mi boca con su leche, que yo tragaba mientras que Ricardo me seguía follando el culo, Ricardo le dice que quite su polla de mi boca si ya se había corrido, metiendo ahora Ricardo su polla en mi boca y corriéndose también él dentro de mi boca, llenándola completamente, teniendo que tragar rápido ya que me ahogaba, mientras Karen y Mari llegaban a su orgasmo con el coño de la una en la boca de la otra. Como disfrutamos de ese encuentro de amigos, quedamos los cinco tendidos sobre mi cama, nuestras respiraciones eran tan agitadas que no podíamos ni hablar, solo se escuchaban suspiros de placer, mientras yo sentía como mi ano me palpitaba de la follada que me habían dado Jorge y Ricardo y mi boca con el sabor de la leche de mis dos amigos.