1. El profesor...


    Fecha: 12/06/2018, Categorías: Gays Autor: renovatio111, Fuente: xHamster

    ... acariciarla.Yo sintiendo la suave brisa de verano rozando mi rostro, me armé de valor y le dije a quemarropa:-Me he enamorado de ti, soy gay, tal vez eso ya lo sepas y sabiendo que no tengo oportunidad te lo confieso, porque ya no puedo guardármelo más-No cabe duda que el tiempo es relativo, debieron pasar tan sólo unos segundos, pero para mí el tiempo se detuvo en una repetitiva agonía desesperante, como preparando mi alma para lo que vendría después cuando quedaría atrapado en aquella presa.Sergio no se inmutó, solo posó sobre mi una tierna mirada y sonriendo volteó su cabeza hacia la ventanilla del coche, yo sin saber reaccionar seguí conduciendo y al llegar a su casa lo ayudé a entrar y luego en su recámara a desvestirse acostado en su cama.Mi corazón palpitaba a mil por hora al ir descubriendo lentamente cada parte de su anatomía, primero fue su camisa y pude deleitarme la vista con su pecho y axilas peludas, un abdomen peludo y marcado, y el camino que lleva a la perdición.Luego retiré los zapatos y los calcetines y sus peludos y blancos pies quedaron al descubierto, al final tragando saliva y ocultando mi erección, desabroché su pantalón de mezclilla y haciendo unas maniobras propias de un circo pude quitárselo, no sin antes dejar su ropa interior a medio bajar, por los jaloneos.Una sexy pelambrera púbica quedó al descubierto cuando sus cachondísima y muy masculina trusa negra quedó a medio bajar.Sergio dormitaba profundamente y yo acercándome lentamente a él ...
    ... comencé a acariciar su peludo pecho sintiendo la tibieza de su piel.Rocé mis labios gentilmente por todo el vello de su cuerpo, sintiendo su aspereza, su suave tacto, y su aroma de hombre de campo.Lo besé tiernamente en el cuello, pasando mi lengua a lo ancho y largo de su peludo pecho, le acariciaba suavemente sus genitales por encima de la trusa y podía sentir la calidez de sus gordos testículos, su verga comenzaba a despertar y cuando pude darme cuenta ya estaba mas dura que el acero, asomándose cachondamente fuera de su ropa interior.Sergio me tomó con una de sus manos mi nuca y mi cabeza bajando suavemente hacia su ombligo, todo parecía indicar que mi maduro profesor deseaba una mamada a su verga.Cuando estuve a tan sólo unos centímetros de su grueso pene, un aroma a macho caliente me inundó los sentidos, lo primero que hice fue saborear la piel de su peludo escroto con la punta de mi lengua, pasándola una y otra y otra vez por sus gordas pelotas y con una mano meneando suavemente su gruesísima verga erecta, y pude sentir con la punta de mis dedos el viscoso líquido pre seminal que babeaba abundante.Sergio gemía calladamente de una manera tan masculina que pensé que yo mismo tendría un orgasmo, siempre me ha dado placer al darle placer a otros.-mmmm ¡así mi vida!- jadeaba frenético en un paroxismo de placer, y mis errantes lengüetazos se volvieron mas y más agresivos por todo su escroto su verga y el camino que llevaba a la raja peluda de entre sus nalgas.Sergio mordía la ...
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